- El mercado de embarcaciones pesqueras se desploma en la ría de Muros-Noia debido a la crisis del marisqueo y la incertidumbre sobre el futuro de la actividad.
La crisis en el sector marítimo está generando un profundo impacto en el mercado de embarcaciones con permisos de marisqueo, especialmente en áreas como la ría de Muros-Noia. Este declive se atribuye a una serie de factores interrelacionados que están afectando la rentabilidad y la viabilidad económica de la actividad pesquera y marisquera.
En primer lugar, la adquisición de embarcaciones por parte de empresas extranjeras, principalmente de Mauritania y Senegal, ha aumentado la oferta en el mercado local. Estas empresas, aprovechando la disposición de armadores locales a vender sus barcos debido a las dificultades económicas, están ofreciendo precios competitivos que dificultan la venta de las embarcaciones en el mercado interno.
Además, la crisis del marisqueo ha exacerbado la situación. La baja productividad en la ría de Arousa, causada por factores como la contaminación y las riadas, ha llevado al cierre de los bancos marisqueros, lo que ha reducido drásticamente las oportunidades de pesca y ha disminuido la rentabilidad de las embarcaciones.
La incertidumbre sobre el futuro de la actividad pesquera y marisquera también está contribuyendo al desplome del mercado de embarcaciones. Los cambios en las regulaciones pesqueras y marisqueras, así como los pronósticos poco alentadores para la próxima campaña, están desalentando a potenciales compradores y generando una sensación de inestabilidad en el sector.
En este contexto, los propietarios de embarcaciones se enfrentan a dificultades para encontrar compradores dispuestos a pagar el precio deseado. Muchos se ven obligados a reducir significativamente los precios de venta para atraer a posibles compradores, lo que a su vez afecta negativamente a la viabilidad económica de sus operaciones.
En resumen, la crisis en el sector marítimo está teniendo un impacto significativo en el mercado de embarcaciones con permisos de marisqueo, creando un entorno desafiante para los propietarios de embarcaciones y contribuyendo a la inestabilidad económica en áreas como la ría de Muros-Noia.