- La combinación de tradición y tecnología en Fibramar ha posicionado a la empresa como líder en la construcción naval de calidad en España.
El legado de Jesús Manuel Carracedo ha dejado una huella indeleble en la industria naval española. Desde sus humildes comienzos combinando su experiencia en la automoción con la fabricación de barcos de poliéster en Estados Unidos, hasta la fundación del astillero Fibramar en Laxe en 1985, su visión y pasión por la excelencia han sido transmitidas a sus hijos, Javier y Daniel Carracedo.
A lo largo de los años, Fibramar ha construido una reputación sólida en la industria por su compromiso con la calidad y la innovación. Especializados en la fabricación de una amplia gama de embarcaciones, desde pesqueros y acuicultura hasta embarcaciones de pasaje y recreo, el astillero se ha ganado el reconocimiento por sus diseños tradicionales combinados con tecnología de vanguardia.
Una de las características distintivas de Fibramar es su capacidad para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado. Inicialmente conocidos por su enfoque en la construcción de barcos en fibra con diseños inspirados en los modelos de madera, los hermanos Carracedo han liderado la empresa hacia una nueva era de innovación al adoptar el diseño en tres dimensiones (3D). Esta tecnología permite a los clientes visualizar y personalizar sus embarcaciones de manera única, lo que ha generado una demanda creciente de sus servicios en toda España.
Sin embargo, el éxito no ha estado exento de desafíos. Uno de los mayores obstáculos que enfrenta la empresa es la escasez de personal cualificado. A pesar de esto, el equipo de Fibramar, compuesto por los hermanos Carracedo y otros seis empleados con décadas de experiencia en la firma, continúa demostrando su compromiso con la excelencia en cada embarcación que sale de sus instalaciones.
Además de las embarcaciones de recreo, Fibramar ha ampliado su alcance para atender a clientes profesionales en sectores como la acuicultura. Con proyectos emocionantes en el horizonte, incluyendo la construcción de un buque de 22 metros de eslora y su primer catamarán de 20×7,5 metros, la empresa está demostrando su capacidad para innovar y liderar en la industria naval.
A pesar de los desafíos económicos, como el aumento de los costos de las materias primas, Fibramar ha demostrado una resiliencia notable. Con una facturación que refleja su éxito continuo, la empresa sigue siendo un pilar en la comunidad de Laxe y un ejemplo de excelencia en la industria naval española. Su legado perdurará como un testimonio de la dedicación y el espíritu emprendedor de la familia Carracedo.