- La creciente presencia de carabelas portuguesas en las costas gallegas subraya la necesidad de extremar las precauciones y estar atentos a los riesgos que conlleva el baño en estas zonas.
La presencia de carabelas portuguesas (Physalia physalis) está condicionando el uso de playas en Ferrolterra y Ortegal, y ha provocado un grave incidente en la playa de Abrela, en O Vicedo, poniendo en alerta a las autoridades y a los bañistas.
Playas cerradas y advertencias en la costa gallega
En las últimas semanas, las carabelas portuguesas han invadido varias playas de Ferrolterra y Ortegal, forzando el cierre temporal de algunas de ellas. La playa de Morouzos, en Ortigueira, fue cerrada el pasado lunes debido a la presencia de estos organismos, junto con medusas, aunque reabrió al día siguiente. Similar situación se vivió en Santa Comba, Ferrol, donde la bandera roja ondeó durante la mañana para luego ser retirada por la tarde. Además, en Cedeira, el ayuntamiento alertó a los bañistas sobre el avistamiento de una carabela portuguesa, instando a la población a extremar las precauciones y evitar el contacto con el agua.
Aunque estas criaturas marinas son visualmente atractivas por su color azul y su peculiar forma, su veneno es extremadamente peligroso. Desde las autoridades locales y la Consellería de Sanidade, se han difundido recomendaciones para evitar incidentes: no tocar las carabelas, incluso si parecen inertes en la arena, y evitar las zonas donde rompen las olas, ya que pueden contener fragmentos activos de sus tentáculos.
Un susto que casi costó la vida
Mientras tanto, en la playa de Abrela, en O Vicedo, Roberto Pérez Míguez, un nadador experimentado de 42 años, vivió una aterradora experiencia cuando fue envuelto por una carabela portuguesa mientras nadaba mar adentro. Inicialmente, creyó que se trataba de una alga, pero pronto sintió los efectos devastadores del veneno, alcanzando un ritmo cardíaco de 260 pulsaciones por minuto. «Casi no lo cuento», relató Pérez, quien fue auxiliado por otros bañistas y trasladado al hospital en estado grave.
Roberto, acostumbrado a nadar largas distancias en el mar, estaba en su ruta hacia el islote de A Gaveira, situado a 1.500 metros de la costa. Sin embargo, tras el ataque de la carabela, apenas logró regresar a la orilla, donde fue atendido por una médica hasta la llegada de la ambulancia. En el hospital, recibió tratamiento con cortisona, lo que le proporcionó un alivio parcial, aunque cinco días después seguía tomando medicamentos para recuperarse de las secuelas.
El incidente subraya la necesidad de extremar las precauciones al nadar en aguas donde se ha detectado la presencia de carabelas portuguesas. Aunque las autoridades han emitido guías sobre cómo actuar en caso de contacto, la situación es una clara advertencia de los riesgos que conlleva el baño en estas zonas afectadas.
Precauciones ante el peligro
La Consellería de Sanidade ha enfatizado la importancia de actuar con rapidez y de forma adecuada si se entra en contacto con una carabela portuguesa. Entre las pautas destacadas se incluye el lavado de la zona afectada con agua de mar limpia, evitar el uso de agua dulce o productos como vinagre, y aplicar frío en la herida antes de desinfectarla con yodo. Además, recomiendan buscar asistencia médica inmediata si se experimentan síntomas graves como dificultad para respirar o mareos.
La creciente aparición de carabelas portuguesas en las costas gallegas no solo está perturbando la temporada turística, sino que también está dejando claro el peligro que representan estos organismos. La comunidad debe permanecer vigilante y seguir las recomendaciones para garantizar la seguridad de todos.