- El huracán Kirk ha golpeado las costas gallegas con vientos de hasta 100 km/h y olas de 7 metros, causando daños en infraestructuras portuarias y alterando la actividad marítima.
El huracán Kirk, aunque degradado a borrasca, ha dejado un impacto devastador en las costas gallegas, especialmente en sus ciudades portuarias. Los fuertes vientos, que alcanzaron hasta 176 km/h, y las olas de hasta 7 metros pusieron en peligro la actividad marítima y causaron importantes daños en las infraestructuras costeras.
Vigo fue una de las ciudades más afectadas, con olas que superaron los 6 metros, dañando las infraestructuras del puerto y forzando la suspensión temporal de la actividad pesquera y comercial. Las condiciones extremas impidieron el tráfico regular de embarcaciones y causaron pérdidas económicas en el sector marítimo.
En Ferrol, las ráfagas de viento alcanzaron una velocidad alarmante, lo que obligó a detener las operaciones portuarias. Las instalaciones del puerto sufrieron daños significativos, interrumpiendo las operaciones de carga y descarga de mercancías. Además, la combinación de la alta marejada y el viento causó erosión costera, lo que dificultará la recuperación del área.
A Coruña se enfrentó a uno de los embates más fuertes del huracán, con olas de hasta 7 metros que impactaron duramente contra sus instalaciones portuarias. Este fenómeno no solo afectó la infraestructura sino que también puso en riesgo la seguridad de las embarcaciones, lo que llevó a las autoridades a tomar medidas de emergencia para proteger las operaciones marítimas.
En la región de las Rías Baixas, conocida por su actividad pesquera y acuícola, el huracán obligó a que las embarcaciones permanecieran en puerto durante todo el evento. Esta interrupción ha tenido un efecto negativo en la economía local, especialmente en la industria de la pesca y el marisqueo, sectores fundamentales para la región.
El huracán Kirk dejó a Galicia con una estela de destrucción en sus costas y puertos, revelando la vulnerabilidad de estas áreas ante fenómenos meteorológicos extremos. A medida que el cambio climático continúa afectando la frecuencia y la intensidad de estos eventos, se hace crucial invertir en infraestructuras más resistentes para proteger las costas y mantener la operatividad de los puertos en condiciones adversas.
Concluyendo, el huracán Kirk ha revelado la vulnerabilidad de los puertos y costas gallegas ante eventos extremos, dejando daños significativos en infraestructuras cruciales para la economía marítima. La respuesta efectiva a este tipo de desastres naturales y la inversión en infraestructuras más resilientes son esenciales para proteger estas áreas vitales y garantizar la continuidad de las operaciones portuarias en el futuro. Galicia debe prepararse para fenómenos similares, ya que el cambio climático podría aumentar la frecuencia y severidad de estos eventos en sus costas.