Un nuevo impulso al marisqueo en Camariñas con semilla gallega

  • La entrega de más de 500.000 almejas babosas producidas en el Igafa refleja el compromiso gallego con la regeneración y sostenibilidad de los bancos marisqueros.

La revitalización del marisqueo en Galicia da un nuevo paso adelante con la entrega de más de medio millón de almejas babosas a la Cofradía de Pescadores de Camariñas. Esta acción, liderada por la Consellería del Mar, ejemplifica el papel clave que la investigación, la formación y el apoyo institucional tienen en el fortalecimiento de un sector vital para la economía y cultura costera gallega.

Las almejas, con un tamaño inicial de entre 6 y 9 mm, fueron producidas en el Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (Igafa), situado en la Illa de Arousa, gracias al trabajo de titulados en prácticas que aplican conocimientos avanzados en cría de bivalvos. Estos ejemplares continuarán su proceso de engorde en estructuras especiales durante unos tres meses antes de ser reinstalados en los bancos marisqueros de la zona.

La directora general de Desarrollo Pesquero, Marta Villaverde, destacó durante la entrega la importancia estratégica de este tipo de acciones. “La producción y suministro de semilla de alta calidad a los bancos marisqueros no solo asegura la sostenibilidad ambiental, sino que también mejora la competitividad del sector marisquero gallego”, afirmó.

Este esfuerzo insírese en una serie de medidas que la Xunta lleva implementando desde 2014 para recuperar y mejorar la productividad en Camariñas. Entre ellas figuran estudios de evaluación, remoción de sustratos, traslado de juveniles de berberecho, limpieza de algas, y control de depredadores. Algunas de estas acciones incluyen la retirada manual de mejillón en zonas afectadas, una tarea minuciosa que se realizó en más de 2.500 m².

Además, desde 2022 se entregaron diferentes lotes de semilla procedentes del minicriadeiro de O Vicedo y del Igafa, que suman más de 400.000 unidades entre almeja fina, babosa y japonesa. Este constante abastecimiento busca garantizar que los bancos marisqueros sigan siendo una fuente de riqueza para las cofradías locales, asegurando al mismo tiempo la sostenibilidad ecológica.

El modelo gallego, que combina la producción en centros de formación como el Igafa con el uso práctico en el campo, es un ejemplo para otras regiones que buscan equilibrar tradición, innovación y sostenibilidad. Accesibles y de calidad, estas iniciativas ponen en valor el potencial de los recursos marinos y de las comunidades costeras como motor económico y cultural de Galicia.

Ligazón a la noticia completa en el DOG: Consulta aquí.