- La ampliación de concesiones hasta 75 años promete revitalizar los puertos deportivos gallegos, atrayendo inversión y fortaleciendo su papel estratégico en el litoral.
Los puertos deportivos de Galicia encaran un futuro más sólido gracias a la reciente modificación de la Ley de Puertos, que permitirá extender las concesiones en terrenos portuarios hasta un máximo de 75 años. Este cambio normativo, integrado en la Ley de medidas fiscales y administrativas vinculada a los presupuestos de 2025, busca potenciar la actividad económica, atraer inversiones significativas y garantizar la seguridad jurídica de los concesionarios.
Aunque la noticia llega con tintes técnicos, su impacto es tangible: más estabilidad para los gestores de instalaciones náuticas y un incentivo claro para apostar por proyectos de largo plazo en el litoral gallego. La medida, presentada por Alfonso Villares, conselleiro do Mar, ante representantes de 13 clubes náuticos y marinas, incluye condiciones clave para acceder a estas ampliaciones, como inversiones superiores a los 500.000 euros, vinculadas al desarrollo estratégico del puerto.
Impulsando el sector náutico y la economía local
Con esta reforma, la Xunta de Galicia no solo refuerza su compromiso con el sector náutico, sino que también sintoniza su normativa con la legislación estatal, evitando posibles limitaciones que desincentiven a los operadores. Según Villares, este ajuste es una apuesta firme por la competitividad de los puertos gallegos, pilares fundamentales de la economía litoral.
El conselleiro destacó además un presupuesto inédito de 1,2 millones de euros para obras de mejora en instalaciones náuticas recreativas en 2025, una partida que marca un hito en el respaldo institucional al sector.
Más allá de la normativa: una oportunidad para innovar
Esta ampliación de concesiones abre la puerta a nuevas oportunidades para los gestores portuarios, no solo en términos de duración, sino también de visión estratégica. Los 75 años se perfilan como una ventana para consolidar proyectos de alto impacto, desde infraestructuras más sostenibles hasta iniciativas que refuercen el turismo náutico en Galicia.
La medida también genera interrogantes: ¿qué tan atractivas serán estas condiciones para grandes inversores? ¿Podrán los pequeños operadores competir en este nuevo marco? A pesar de los desafíos, es innegable que el horizonte se amplía, y con ello, las posibilidades de hacer del litoral gallego un referente en sostenibilidad, innovación y crecimiento económico.
En definitiva, esta reforma no solo reconfigura los plazos de concesión, sino que redefine las reglas del juego para un sector clave en Galicia. El futuro, al menos en los puertos deportivos, se mide ahora en décadas.