- La tripulación del Playa de Sanxenxo captura un choco de 4,2 kilos frente a cabo Udra, una hazaña poco común en las aguas de la ría de Pontevedra.
En las tranquilas aguas de la ría de Pontevedra, donde la pesca artesanal marca el pulso diario de sus gentes, se ha escrito esta semana una curiosa página marítima. El Playa de Sanxenxo, una embarcación pesquera con base en el puerto que lleva su nombre, protagonizó una captura insólita: un choco de nada menos que 4,2 kilos.
La hazaña tuvo lugar el miércoles por la mañana, cuando la tripulación trabajaba con miños —redes diseñadas para atrapar peces y cefalópodos— en las inmediaciones de cabo Udra, en Beluso, a 47 metros de profundidad. Según explica Sauro Martínez, patrón de la embarcación, el tamaño del cefalópodo sorprendió a todos: “Es tan grande que ocupaba una de las cajas destinadas a las capturas del día”.

Tras pesarlo y confirmar su peso récord, la tripulación no ocultó su asombro. Este ejemplar supera ampliamente las dimensiones habituales de los chocos capturados en la zona, lo que lo convierte en una curiosidad tanto para pescadores como para el mercado local.
El destino de este gigante del mar es la pescadería de la plaza de la calle Progreso, en el corazón de Sanxenxo, donde pasará a manos de quien decida adquirirlo. Más allá de su venta, esta captura simboliza una muestra de la biodiversidad y las sorpresas que esconden las profundidades de la ría.
La captura del Playa de Sanxenxo no solo pone de relieve la importancia de la pesca sostenible en la región, sino que también despierta la expectación por lo que el mar podría guardar en sus profundidades, esperando ser descubierto.