- España actúa para salvar vidas mientras Marruecos alega falta de medios en el rescate de inmigrantes en aguas internacionales.
El reciente rescate de un cayuco con 120 personas a bordo en aguas internacionales ha vuelto a poner de manifiesto las discrepancias entre España y Marruecos en la gestión de la inmigración en el Mediterráneo y el Atlántico. Salvamento Marítimo español tuvo que recorrer más de 520 kilómetros desde Gran Canaria para socorrer a los inmigrantes, después de que las autoridades marroquíes alegaran no contar con medios suficientes para realizar el rescate.
El incidente comenzó cuando el lunes el mercante ‘ENSCO DS-10’ avistó un cayuco a 320 millas náuticas al sur de Gran Canaria, una zona de salvamento que España y Marruecos comparten. Aunque las condiciones meteorológicas eran adversas, con olas de 3 metros y vientos de 20 nudos, Marruecos informó que no tenía capacidad para asistir a los ocupantes del cayuco, una situación que generó frustración y descontento en el lado español.
El Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo en España, al recibir la negativa marroquí, envió de inmediato al guardamar Concepción Arenal. Tras casi un día de navegación, el barco de rescate llegó al lugar y encontró a los 120 inmigrantes en una embarcación precaria. Entre ellos, una mujer se encontraba en estado grave, lo que subrayó la urgencia de la intervención.
Este tipo de situaciones no son nuevas y han evidenciado la falta de cooperación efectiva entre ambos países en temas migratorios. Marruecos, a menudo, ha sido acusado de no cumplir con sus obligaciones internacionales, dejando en manos de España el rescate de embarcaciones en apuros, lo que incrementa la presión sobre los recursos españoles.
Por otro lado, España ha mantenido su postura firme en la defensa de los derechos humanos, desplegando todos los medios necesarios para salvar vidas en el mar. Este esfuerzo, sin embargo, ha generado tensiones diplomáticas con Marruecos, que parece adoptar una postura más pasiva, argumentando la falta de recursos como justificación para su inacción.
A diferencia de Marruecos, que ha mostrado reticencias en colaborar plenamente en la gestión de la crisis migratoria, España continúa comprometida con el rescate de personas que arriesgan su vida en busca de una oportunidad mejor. Este incidente refuerza la necesidad de una mayor cooperación y diálogo entre los países implicados en las rutas migratorias para evitar tragedias humanas.
El guardamar Concepción Arenal se espera que llegue al puerto de Arguineguín en las próximas horas, donde los inmigrantes recibirán atención médica y serán trasladados a centros de acogida. Este rescate subraya no solo la valentía y la profesionalidad del equipo de Salvamento Marítimo, sino también la urgente necesidad de revisar y mejorar los mecanismos de colaboración entre los países que comparten responsabilidades en la gestión de la migración en el Mediterráneo y el Atlántico.