Rueda ignora las protestas y cierra el debate de Altri sin consenso social

  • Miles de personas y cientos de embarcaciones se manifestaron contra la macrocelulosa en Palas de Rei, mientras la Xunta minimiza las críticas y descarta revisar el proyecto.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha declarado cerrado el debate ambiental sobre la planta de celulosa de Altri en Palas de Rei (Lugo), desoyendo la oposición de amplios sectores de la sociedad gallega. Durante una sesión parlamentaria, Rueda insistió en que la discusión sobre el impacto ambiental del proyecto “ya está cerrada” y que ahora el verdadero debate es si Galicia quiere atraer inversiones y generar empleo.

Sus palabras han provocado indignación en la oposición y en los colectivos sociales que rechazan la instalación de la macrocelulosa. La Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) ha sido una de las voces más críticas, señalando que el proyecto no tiene respaldo social y que presenta “graves eivas” (deficiencias) que afectan al modelo forestal, el impacto hídrico, la contaminación atmosférica y la salud pública.

50.000 manifestantes y 600 barcos en defensa de la Ría

El pasado sábado, en una jornada histórica de protesta, más de 50.000 personas y 600 embarcaciones se movilizaron en A Pobra do Caramiñal contra el proyecto de Altri y la mina de Touro-O Pino. El sector marisquero, pesquero y bateeiro lideró la convocatoria, alertando de que los vertidos de la planta al río Ulla llegarían en apenas 24 horas a la Ría de Arousa, afectando gravemente la riqueza marisquera y la producción de mejillón.

Pese a la masiva respuesta ciudadana, la Xunta ha ignorado la protesta. “El PP ejerce como portavoz y comercial de la empresa promotora, sin importarle que este modelo industrial depredador no cuente con el respaldo de la sociedad”, denunció el presidente de la PDRA, Xaquín Rubido.

Los colectivos ecologistas y sectores afectados advierten que el proyecto de Altri implicaría un aumento del monocultivo de eucalipto, comprometiendo la soberanía alimentaria y el equilibrio del ecosistema. Además, los informes técnicos indican que la planta vertería 65 toneladas diarias de contaminantes al río Ulla, un impacto extremo especialmente entre junio y octubre, cuando el caudal ya es inferior a 6 m³/s.

Críticas desde la oposición y expertos en el sector

Desde el ámbito político, la portavoz del BNG, Ana Pontón, acusó a Rueda de “despreciar a los manifestantes” y de querer convertir Galicia en un “gran eucaliptal”. Recordó, además, los devastadores incendios en Portugal de 2017, que llevaron a prohibir nuevas plantaciones de esta especie. Por su parte, el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, aseguró que, de depender de su partido, el proyecto de Altri no recibiría fondos públicos.

También la vicepresidenta del gobierno ha manifestado en un acto público que no entendía el empeño político por llevar a cabo un proyecto totalmente destructivo para los intereses de Galicia.

Las críticas no solo vienen de la oposición. Personalidades como el arquitecto David Chipperfield, presidente de la Fundación Ría, y Mercedes Rois, exdirectora de Innovación de la Agencia Gallega de la Industria Forestal, han cuestionado duramente el impacto del proyecto. Además, el Consello da Cultura Galega, órgano consultor de la Xunta, ya publicó un informe el pasado septiembre señalando las graves deficiencias de la iniciativa.

También el marinero e Influencer Rogelio Santos, desde Bruselas en un programa expresó claramente su negativa al proyecto por destruir el mar, que es su modo de vida y la de muchos como él.

La Xunta se escuda en informes que no hace públicos

Ante las crecientes críticas, el presidente de la Xunta ha insistido en que existen más de 40 informes técnicos que avalan la viabilidad del proyecto. Sin embargo, la PDRA cuestiona la transparencia de la administración y exige que se hagan públicos. “Si son tan claros, ¿por qué no los hacen públicos?”, se pregunta Rubido.

De momento, el único informe plural e independiente publicado es el del Consello da Cultura Galega del 5 de septiembre, que expone con contundencia las deficiencias del proyecto. A pesar de ello, el presidente Rueda lo rechazó sin siquiera leerlo y, en lugar de encargar un estudio propio, se ha limitado a repetir los argumentos de la empresa.

Apoyo institucional y agradecimientos tras la histórica protesta

La PDRA ha destacado la respuesta masiva de la sociedad gallega en la manifestación del 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, y ha agradecido el apoyo de numerosos ayuntamientos. Entre ellos, los concellos de Pontecesures, Catoira, Vilagarcía de Arousa, Cambados, A Illa de Arousa, O Grove, Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Boiro y Rianxo, así como los de Melide, Arzúa, Toques, Agolada y Santiso.

También han reconocido el esfuerzo del Concello da Pobra do Caramiñal, la Policía Local, Protección Civil y la Guardia Civil para gestionar la movilización y garantizar el derecho a manifestarse. En especial, se ha valorado el trabajo del gobierno municipal de A Pobra para proporcionar megafonía que conectara a los manifestantes en tierra con las embarcaciones en el mar, así como la instalación de un escenario con apoyo de la Mancomunidade do Barbanza.

Un conflicto lejos de estar cerrado

A pesar de la postura de la Xunta, la oposición al proyecto de Altri no deja de crecer. El sector del mar, el agrario y el turístico alertan de que la contaminación afectaría a la economía local y a la salud pública. Además, las movilizaciones no cesan y se prevé que la presión social aumente en las próximas semanas.

Lejos de estar cerrado, el debate sobre la macrocelulosa de Altri se mantiene más vivo que nunca en Galicia.