- El proyecto Descarsel busca actualizar la gestión pesquera de rayas en Galicia mediante investigación interdisciplinar. Ciencia, sostenibilidad y economía se dan la mano.
La ciencia tras las rayas de las Rías Baixas
Desde 2018, el proyecto Descarsel ha puesto el foco en las rayas del litoral gallego, combinando investigación científica con la experiencia de la flota local. La captura reciente de un ejemplar marcado en Raxó por el barco A Entallada es solo un ejemplo del impacto que esta iniciativa tiene en la sostenibilidad de esta especie clave para la economía pesquera de las Rías Baixas.
Con más de 1.200 rayas marcadas mediante un sistema de identificación similar al utilizado en ganado, el equipo de Pescasost, liderado por Julio Valeiras desde el Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo, busca mejorar la gestión de este recurso. El estudio, que comenzó analizando la supervivencia de rayas devueltas al mar, ha evolucionado hacia la recopilación de datos sobre su movimiento y comportamiento.
¿Por qué son importantes las rayas?
La raya es mucho más que un recurso económico en Galicia. Su pesca sostiene a numerosas familias y representa un vínculo entre tradición y modernidad. Sin embargo, las cuotas actuales no reflejan la abundancia real de algunas especies, como la raya mosaico. Según Valeiras, esta especie tiene una cuota basada en datos obsoletos del Mar del Norte, donde las condiciones son muy distintas a las de Galicia.
El proyecto Descarsel pretende corregir estas disparidades aportando datos actuales que permitan una gestión más justa y sostenible. En palabras de Valeiras, “si demostramos científicamente que las rayas descartadas sobreviven al ser devueltas al mar, podemos solicitar exenciones que beneficien a la flota sin dañar los ecosistemas”.

Colaboración clave entre ciencia y mar
Uno de los pilares de este proyecto es la colaboración interdisciplinar. Pescadores, técnicos de la Xunta y científicos trabajan juntos para marcar y seguir el rastro de las rayas en su hábitat natural. La participación activa de cofradías y flotas de O Grove, Bueu y Marín ha sido fundamental.
Los datos recopilados hasta ahora indican que, cuando las rayas son manipuladas y liberadas adecuadamente, su tasa de supervivencia es alta. Además, las observaciones realizadas por pescadores y científicos confirman patrones de movimiento entre las zonas exteriores de las rías y aguas más someras, lo que aporta información clave para ajustar las estrategias de pesca.
¿Qué está en juego?
La gestión pesquera sostenible no es solo un tema ambiental, sino también económico. Galicia, una región cuya identidad está profundamente ligada al mar, enfrenta el reto de equilibrar las demandas de la industria con la necesidad de proteger sus recursos naturales.
El caso de la raya mosaico es un ejemplo claro. Aunque es abundante en las aguas gallegas, su cuota es insuficiente, lo que obliga a los pescadores a limitar sus capturas pese a la evidencia de que el recurso es mucho mayor. Esto no solo afecta a la economía local, sino que también pone en riesgo la viabilidad de la actividad pesquera a largo plazo.
Un modelo a seguir para la sostenibilidad pesquera
El proyecto Descarsel demuestra que la colaboración entre ciencia y sector pesquero es posible y necesaria. Con herramientas como el marcaje de rayas y el análisis de su supervivencia, se están sentando las bases para una gestión más inteligente y adaptada a la realidad gallega.
Este modelo podría replicarse en otras pesquerías, combinando innovación tecnológica con la sabiduría del sector pesquero para garantizar un equilibrio entre productividad y conservación.
En un momento en que el futuro de los océanos está en juego, iniciativas como esta representan una esperanza para quienes dependen del mar. Porque, al final, la sostenibilidad no es solo una palabra: es la clave para asegurar que el mar siga siendo una fuente de vida y riqueza para generaciones futuras.