- La caída del pulpo y el marisco, junto con restricciones pesqueras, han desplomado un 8% la facturación de las lonjas gallegas. El sector teme un 2025 aún más complicado.
El 2024 se cierra con cifras preocupantes para el sector pesquero y marisquero gallego. La facturación total de las lonjas cayó un 8%, alcanzando los 383 millones de euros, 30 millones menos que en 2023. En Barbanza y Costa da Morte, la reducción fue del 5%, reflejando una tendencia a la baja que golpea a casi todas las rulas del litoral.
El pulpo, gran desaparecido
Uno de los factores clave de este descenso ha sido la brusca caída de las capturas de pulpo. En los primeros nueve meses del año, la extracción se redujo un 46%, pasando de 1,37 millones de kilos en 2023 a 741.354 kg en 2024. Este desplome, combinado con el descenso de la centolla y la nécora, ha generado un impacto directo en la rentabilidad de las lonjas.
Precios altos, pero sin compensación
El valor medio del pulpo en lonja aumentó más de 1 euro por kilo, situándose en 10,68 €/kg, pero esto no ha sido suficiente para equilibrar la pérdida de capturas. Lo mismo ocurre con otras especies: el incremento de precios por escasez no ha compensado la bajada del volumen total de ventas.

Restricciones y malas perspectivas
A esta situación se suman las cuotas pesqueras cada vez más restrictivas, como las del abadejo, que era una fuente importante de ingresos, sobre todo en Navidad. El patrón mayor de Malpica, Pedro Pérez, lamenta que la combinación de escasez de capturas y recortes de cuotas ha dejado al sector en una situación crítica.
Únicos brotes verdes: el erizo y Noia
Entre las pocas excepciones a la tendencia negativa destaca la lonja de Noia, que tras casi un año sin actividad logró 4,4 millones de euros en ventas gracias a una buena campaña marisquera. También el erizo, con precios que alcanzaron los 14 euros/kg, se ha consolidado como un recurso en alza.
Sin embargo, el balance general es preocupante. Diego Lojo, responsable de la lonja de Corcubión, resume el sentir del sector:
“Foi un ano malo en xeral. Non tivemos polbo, pero tampouco centola nin nécora, e neste comezo de 2025 tampouco se ve melloría.”
Con un arranque de año sin signos de recuperación, las lonjas gallegas afrontan un 2025 lleno de incertidumbre.