- La apertura del libre marisqueo en la ría de Arousa decepciona a los mariscadores, quienes enfrentan capturas mínimas y se cuestionan el futuro de la actividad.
El comienzo de la temporada de libre marisqueo en la ría de Arousa ha dejado un panorama desolador. A pesar de la participación de 310 embarcaciones, que se concentraron en zonas clave como O Bohído, Os Lombos y Cabío, las capturas resultaron insuficientes, generando frustración entre los mariscadores. En algunos casos, como en Os Lombos, los trabajadores informaron que tras dos horas de esfuerzo apenas se avistaba cría, lo que llevó a varios de ellos a optar por retirarse, según comentó el rianxeiro Iván Figueira: “Non se ve nin cría”, señaló, y agregó que preferiría quedarse en casa en las próximas jornadas.
A medida que la mañana avanzaba, muchos tripulantes solicitaron cambiar de zona con la esperanza de mejorar los resultados. Sin embargo, quienes probaron suerte en áreas como las cercanas a Aguiño no lograron mejores capturas. Los más afortunados regresaron con cantidades mínimas de carneiro y reló, muy lejos de lo que se necesita para asegurar una jornada rentable. Según el patrón mayor de la cofradía de Aguiño, José Antonio Santamaría, la situación es crítica: “A ría de Arousa está ferida de morte. Temos que buscar unha solución”, advirtió, mencionando un acuerdo con la Consellería do Mar para evaluar los bancos marisqueros durante dos semanas y determinar los próximos pasos.
En zonas como Cabío, donde también se enfrentó el mal tiempo, las capturas fueron igualmente decepcionantes. Borja Sanisidro, mariscador de la zona, calificó la jornada de desastrosa: “Nin babosa nin rubia”. Mientras tanto, en Cabo de Cruz, la situación fue tan desalentadora que los profesionales prefirieron seguir faenando en sus concesiones, al menos hasta el final de la semana, con la intención de decidir si continuarán con el libre marisqueo posteriormente.
Los datos proporcionados por la Consellería do Mar revelan un declive en la participación de embarcaciones dedicadas a esta actividad. Este año, 171 barcos comenzaron la campaña en O Bohído, una cifra muy inferior a los 674 registrados en 2018 y aún más alejada de los cerca de mil que operaban hace quince años. La caída en la productividad es evidente, y los mariscadores temen por el futuro del sector.
Miguel Iglesias, patrón mayor de Rianxo, también mostró su preocupación. Tras dos años de inactividad en Os Lombos, la zona no ha mostrado signos de regeneración, lo que pone en duda las promesas sobre la recuperación del marisqueo. Iglesias expresó el sentir de muchos: “Isto acabóusenos”, señalando que la zona más productiva de la ría, el canal del río, está completamente agotada. La preocupación ahora recae en las miles de familias que dependen de esta actividad para su sustento.
La ría de Arousa, antaño una de las áreas más ricas en recursos marisqueros, lleva tiempo mostrando signos de agotamiento. La regeneración de los bancos es una tarea pendiente, y muchos mariscadores temen que, a pesar de los esfuerzos por reintroducir cría de bivalvo, la situación esté llegando a un punto irreversible.
(Video:LVG)