Pescados Rubén al borde del abismo financiero tras décadas de éxito

  • La histórica empresa familiar de Foz, referente en pesca y deporte, se enfrenta a un concurso de acreedores y a un futuro incierto.

Pescados Rubén, una de las empresas más emblemáticas de A Mariña lucense, ha comunicado su insolvencia y la inminente solicitud de concurso de acreedores. Con una trayectoria de más de 30 años, esta compañía familiar, conocida tanto por su éxito empresarial como por su patrocinio al deporte gallego, atraviesa su peor crisis.

La caída de un gigante del sector pesquero

Fundada en 1992 por Rubén Blanco y Cesarina Fanego, Pescados Rubén llegó a facturar más de 56 millones de euros en 2016, consolidándose como un referente en la comercialización de pescado y marisco fresco, congelado y elaborado. Sin embargo, en los últimos años, las cifras comenzaron a desplomarse. Según el Informe Ardán, entre 2020 y 2022, los ingresos del departamento de congelado cayeron un 25 %, mientras que la línea de conservas sufrió un descenso aún más drástico, pasando de más de un millón de euros a apenas 120.000 euros.

Las causas del declive

Diversos factores se han combinado para hundir a esta icónica empresa de Foz. Entre ellos destacan:

Escasez de materia prima: La disminución de especies clave como jurel, caballa, sardina o merluza ha afectado gravemente su capacidad operativa.

Aumento de costes financieros: La subida de los tipos de interés encareció significativamente las deudas de la empresa.

Crisis económica global: La pandemia y otros factores económicos internacionales impactaron en los mercados donde Pescados Rubén tenía presencia, como África, Europa y Estados Unidos.

De la gloria al concurso de acreedores

En noviembre de 2023, la dirección de la empresa presentó un preconcurso de acreedores, dando inicio a una carrera contrarreloj para renegociar deudas con bancos y proveedores. A pesar de tener un plazo de tres meses para alcanzar acuerdos, la directiva anunció en diciembre que el concurso era inevitable. La solicitud formal podría presentarse antes de finales de enero.

Mientras tanto, la compañía busca desesperadamente liquidez mediante la venta de una de sus naves. Según fuentes cercanas, existe un posible comprador interesado, que podría además asumir parte de la plantilla. Actualmente, Pescados Rubén cuenta con unos 80 trabajadores, a quienes ha logrado reducir la deuda salarial al 18 % de la nómina de diciembre.

Un legado que tambalea

Más allá de su impacto económico, Pescados Rubén se destacó como mecenas del deporte gallego. Durante más de dos décadas, fue el principal patrocinador del CD Burela de fútbol sala, cuyos equipos masculino y femenino alcanzaron hitos históricos. Sin embargo, la crisis de la empresa ha obligado al club a buscar nuevas vías de financiación tras la pérdida de su principal apoyo.

Un futuro incierto

El desenlace de esta crisis dependerá de la decisión del juzgado de lo mercantil, que deberá determinar si la empresa es viable o debe liquidarse. Mientras tanto, los trabajadores, proveedores y la comunidad de A Mariña observan con incertidumbre el destino de un gigante que durante décadas representó prosperidad y orgullo para la región.

Pescados Rubén, fundada con esfuerzo y visión, enfrenta hoy el mayor desafío de su historia. Su caída es un recordatorio de la fragilidad del éxito empresarial ante un entorno económico adverso y la necesidad de adaptarse a los cambios del mercado.