- El incendio que devastó el tejado del economato de la antigua factoría de Massó en Cangas sigue erosionando el patrimonio industrial, en abandono desde 1994.
La antigua conservera Massó, en Cangas, ha vuelto a ser víctima de un incendio que contribuye aún más al deterioro de uno de los patrimonios industriales más importantes de Galicia. Durante la madrugada, el fuego devoró el tejado del economato adyacente a la histórica factoría ballenera, considerada en su día la mayor conservera de Europa. El incendio, que comenzó alrededor de las 00:45 horas, requirió la intervención de los servicios de emergencias hasta las 3 de la madrugada.
Alertados por los vecinos de la zona, los Bomberos de Morrazo, la Policía Local de Cangas, Protección Civil y la Guardia Civil se desplazaron rápidamente al lugar para sofocar las llamas. A pesar de sus esfuerzos, la cubierta del economato se desplomó, agravando aún más el deterioro del complejo industrial. Hasta el momento, se desconocen las causas del incendio, y las autoridades no encontraron a ninguna persona en las inmediaciones cuando llegaron.
Este no es el primer incidente de este tipo. El complejo de Massó, cerrado desde 1994, lleva años en estado de abandono, con frecuentes incendios que van reduciendo poco a poco los vestigios de su pasado industrial. En 2019, fue incluido en la lista roja del patrimonio por su alto grado de deterioro, a pesar de estar protegido bajo el Plan Nacional de Patrimonio Industrial. Sin embargo, la falta de medidas de conservación ha permitido que la antigua fábrica de 183.000 metros cuadrados caiga en un progresivo estado de ruina.
Hoy en día, el lugar es frecuentado por personas sin hogar, lo que plantea no solo una amenaza para la conservación del complejo, sino también un riesgo para la seguridad de quienes ocupan las instalaciones. La falta de vigilancia y control en la zona ha facilitado que los incendios sean recurrentes, destruyendo lo poco que queda de esta emblemática industria.
El incendio en Massó reabre el debate sobre la necesidad de proteger el patrimonio industrial en Galicia, especialmente ante la amenaza constante del abandono y los incendios. La comunidad de Cangas sigue lamentando la pérdida de uno de los símbolos históricos de la región, mientras se espera una intervención que permita salvar lo que queda del legado de la conservera Massó.