- Miguel López fue el hombre detrás de la última caza de ballenas en España
¿Cómo se convierte una acción aparentemente común en un momento histórico? A veces, la relevancia de un evento trasciende al punto de ser estudiado y recordado por investigadores y expertos.
En octubre de 1985, España presenció la última caza de ballenas en sus aguas, justo antes de que entrara en vigencia la prohibición internacional. ¿Pero quién fue el arponero detrás de esta caza? Su nombre era Miguel López, un marinero nacido en Ares en 1927, cuya contribución a la historia marítima pasó desapercibida durante mucho tiempo.
A pesar de su modesto origen, Miguel López dejó una huella imborrable en la historia de la pesca ballenera en España. Después de cumplir con el servicio militar, encontró empleo en una embarcación que asistía a los buzos que desmantelaban el Ciudad de Barcelona, un barco hundido durante la guerra civil. Más tarde, se trasladó al Estrecho de Gibraltar, donde comenzó su carrera en la caza de ballenas. Con el tiempo, se convirtió en arponero, uno de los puestos más importantes en las embarcaciones balleneras de la época.Las expediciones balleneras eran largas y arduas, con la tripulación pasando hasta seis meses en el mar, avistando ballenas y persiguiéndolas silenciosamente.
Miguel López, en su papel de capitán y arponero, lideraba estas expediciones con destreza y determinación. Cada día, tomaba decisiones cruciales sobre la dirección a seguir, teniendo en cuenta factores como el viento y el movimiento de los animales. Su habilidad y experiencia fueron fundamentales para el éxito de estas misiones.
El 21 de octubre de 1985, Miguel López capturó el último rorcual común en aguas españolas, un evento que marcaría el final de una era en la industria ballenera del país. Consciente de la inminente prohibición, Miguel sabía que esta sería su última caza. Sin embargo, lo que no sabía era que sería el último arponero en capturar un gran cetáceo en España.
Tras su retiro, ninguna de sus hijos siguió sus pasos en la industria ballenera.El fin de la caza de ballenas no solo significó el final de una carrera para Miguel López, sino también el comienzo de una nueva percepción social. En décadas anteriores, los balleneros eran vistos con respeto y admiración, pero en los años 80, la opinión pública cambió drásticamente. Organizaciones como Greenpeace llevaron a cabo campañas en contra de la caza de ballenas, lo que generó controversia y malestar entre los balleneros como Miguel López.
A pesar de los desafíos y la pérdida de reputación, Miguel López dejó una marca imborrable en la historia marítima de España. Su valentía y habilidad como arponero lo convierten en una figura notable, cuyo legado perdurará en el tiempo como un recordatorio de una época pasada en la industria ballenera española.