Marineros gallegos testigos del ataque de Irán a Israel desde su barco

  • La tripulación del Solitaire, con varios gallegos a bordo, presenció en directo el lanzamiento de misiles sobre Israel. Tuvieron que huir hacia Chipre para resguardarse del peligro.

Un grupo de marineros gallegos a bordo del barco Solitaire, perteneciente a la empresa Allseas, vivió de cerca el reciente ataque de Irán a Israel. Mientras trabajaban frente a la costa israelí, una serie de misiles balísticos lanzados en respuesta a la invasión del Líbano sobrevolaron el buque. Los proyectiles, interceptados por el sistema de defensa israelí conocido como la Cúpula de Hierro, pasaron a escasos metros del barco, lo que obligó a la tripulación a dirigirse a Chipre para ponerse a salvo.

El Solitaire, un barco especializado en la instalación de tuberías submarinas para gasoductos y oleoductos, cuenta con una tripulación en la que predominan los gallegos, en su mayoría provenientes de O Morrazo, el Barbanza y Vigo. Estos marineros no tardaron en comprender el peligro que corrían cuando comenzaron a observar el despliegue defensivo de Israel contra los misiles iraníes. “¡Estamos justo al lado, vámonos de aquí!”, gritaba uno de ellos en un vídeo grabado mientras los explosivos caían cerca de su posición. Otro miembro de la tripulación narraba en directo lo que ocurría: “Mira, otro más tocado allá arriba, mira, mira, pumba”, en referencia a los misiles interceptados.

Una situación de peligro inminente

El relato de los marineros es escalofriante. Describieron cómo el cielo nocturno se iluminaba con las explosiones mientras los misiles eran destruidos por el sistema antimisiles. En ese momento, la tripulación comprendió la gravedad de la situación. Los proyectiles representaban un peligro inminente para el barco, que podría convertirse en un blanco accidental de la ofensiva. Uno de los marineros recuerda: “Explosiones, explosiones, aquello está cayendo”, en referencia a la cercanía de las detonaciones.

La preocupación de las familias de los marineros en Galicia era palpable, dado el riesgo de trabajar en una región tan volátil como Oriente Medio. “Sabíamos que estaban en peligro, pero ahora podemos estar más tranquilos sabiendo que están a salvo en Chipre”, expresó el hermano de uno de los tripulantes. Según sus familiares, el barco era un objetivo potencial por su ubicación estratégica, lo que hacía inviable continuar con las operaciones en esa zona.

Finalmente, la tripulación del Solitaire logró llegar a Chipre sin sufrir daños, aunque el susto vivido a bordo quedará como una experiencia imborrable para estos marineros gallegos, quienes fueron testigos de primera mano de un episodio de la escalada bélica en la región.