Mareas vivas traen una cosecha histórica de percebes en Ferrol mientras el furtivismo amenaza la sostenibilidad

  • La inusual intensidad de las mareas vivas y condiciones meteorológicas favorables permiten la recolección masiva de percebes en Ferrol, en un contexto marcado por el furtivismo y la incertidumbre sobre la regeneración de esta especie.

Las mareas vivas más intensas registradas en casi dos décadas, junto con condiciones meteorológicas excepcionales, han transformado los bancos de percebes en la costa gallega, proporcionando un alivio temporal al sector pesquero de Ferrol. Desde el miércoles, los muelles de la lonja de Curuxeiras han sido testigos de un constante flujo de cajas llenas de percebes, que han llegado a los mostradores a precios insólitamente bajos para esta época del año. El fenómeno astronómico, impulsado por la superluna, el eclipse parcial y el perigeo lunar, ha coincidido con un mar inusualmente calmo, lo que ha permitido a los marineros acceder a zonas tradicionalmente inaccesibles. 

Gustavo Chacartegui, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Ferrol, detalla cómo estas condiciones han permitido a unos 70 marineros capturar percebes en lugares como Gabeira, que se asemejaban a una playa debido a las mareas extraordinarias. “El mar estaba en calma total, lo que nos permitió acceder a áreas que, en otras circunstancias, serían inalcanzables”, explica. El resultado ha sido una abundancia de percebes que, si hubiese ocurrido en agosto, habría disparado el precio hasta el doble. Sin embargo, los crustáceos se están vendiendo a 25 euros el kilo en su tamaño mediano-grande y a 18 euros el mediano-pequeño, precios muy por debajo de los habituales en plena temporada estival.

El impacto económico es inmediato y positivo para los pescadores, ya que el marisco llega directamente del mar al consumidor sin pasar por intermediarios. En este sentido, los particulares y las empresas de hostelería han aprovechado para abastecerse, enviando percebes incluso a otras regiones como Madrid o Barcelona. Este episodio ha sido visto como un respiro dentro de un sector que ha sufrido en los últimos años por la disminución en la producción de marisco, especialmente en percebes, que son uno de los recursos más preciados de la costa gallega.

No obstante, este episodio de abundancia también ha traído consigo un incremento en el furtivismo. La espectacular bajamar, provocada por las mareas vivas, ha facilitado el acceso de recolectores ilegales a zonas que en condiciones normales estarían fuera de su alcance. Para combatir esta actividad ilícita, se ha desplegado un operativo en la ría de Ferrol, apoyado por la policía autonómica, en un esfuerzo por proteger los limitados bancos productivos que quedan, como los de A Malata, A Cabana y las áreas entre los castillos. A pesar de estos esfuerzos, los furtivos siguen siendo una amenaza constante para la sostenibilidad del percebe.

Un caso reciente en A Coruña destaca la gravedad del problema. Un furtivo fue condenado tras ser sorprendido hasta 39 veces en actividades ilegales, la última vez con 18 kilos de percebes, un 82 % de ellos sin la talla mínima permitida. Este tipo de recolección no solo viola las normativas pesqueras, sino que daña gravemente el ecosistema, ya que los furtivos utilizan rasquetas que limpian las rocas por completo, impidiendo que los percebes se regeneren. La sentencia, que inhabilita al culpable para el marisqueo durante un año y seis meses, ha sido vista como un avance en la lucha contra el furtivismo, ya que busca disuadir a reincidentes que, hasta ahora, no se veían afectados por las sanciones administrativas.

Mientras tanto, la situación en otras zonas de Galicia, como la ría de Pontevedra, es preocupante. José Manuel Rosas, patrón mayor de la Cofradía de Bueu, ha expresado su inquietud ante la baja fijación de crías de percebe en las rocas. “Las piedras están como nunca se han visto, muchas completamente libres de percebe”, lamenta Rosas, señalando que esta situación está afectando gravemente la economía local, que depende en gran medida de esta especie. En Ons y Onza, las zonas más productivas de la ría, la fijación de las crías ha sido insuficiente, lo que pone en peligro la explotación futura del recurso.

El declive de la producción de percebe no es un problema exclusivo de la ría de Pontevedra. A lo largo de toda la costa gallega, la falta de regeneración del percebe está generando preocupación en las cofradías de pescadores, que urgen a las autoridades y a las universidades a llevar a cabo estudios científicos que determinen las causas de este fenómeno. Rosas insta a que se investigue si existe algún factor en las piedras que impida la fijación de los alevines y que se busquen soluciones a corto y largo plazo para asegurar la sostenibilidad del percebe.

A pesar de estos desafíos, hay algunos indicios de recuperación en otros mariscos de la región. El berberecho, que había sufrido una década de plagas y mortandad debido a las lluvias torrenciales, muestra signos de mejoría en la ría de Pontevedra. Los primeros muestreos sugieren un notable incremento en su población, lo que, de confirmarse, sería una buena noticia para un sector que ha visto mermados sus ingresos en los últimos años. Otros recursos, como la navaja y el erizo, han demostrado una mayor resiliencia frente a las adversidades climáticas y ecológicas, manteniéndose como opciones viables para los mariscadores de la zona.

En resumen, las mareas vivas de septiembre han ofrecido una oportunidad única para el sector pesquero de Ferrol, pero han sacado a la luz tanto las amenazas del furtivismo como las dificultades para asegurar la regeneración de especies clave como el percebe. Si bien estas mareas extraordinarias han permitido una cosecha histórica, el futuro del percebe en Galicia depende de medidas efectivas para combatir la explotación ilegal y de una mayor investigación científica para preservar este valioso recurso.