Ante la actual situación generada por el vertido de pellets plásticos frente a costa portuguesa es más necesario que nunca que las gentes del mar reivindiquemos, más fuerte se cabe, toda esa labor y la profesionalidad y el compromiso por la sostenibilidad y futuro de la actividad pesquera gallega. Una vez más tenemos que alzar la voz en la defensa de la Galicia del mar frente a desinformación, las mentiras y los bulos.
Desde el sector marítimo-pesquero queremos denunciar un nuevo e injustificado ataque contra la pesca gallega y hacer un llamamiento en apoyo de nuestro mar y de todas y todos los que de él vivimos. El enésimo golpe a un trabajo que constituye nuestro día a día y con el que pretendemos contribuir a hacer una Galicia mejor.
No podemos permitir ni aceptar que se juegue de manera gratuita e irresponsable con nuestro pan generando dudas infundadas y maliciosas sobre la calidad y seguridad que hay detrás de nuestros productos. Constituye una falta de respecto a todos los profesionales y a todos los pueblos de nuestro litoral hacer creer que este vertido es comparable a la marea negra que sufrimos a comienzos de este milenio.
También es un acto desprezable utilizar imágenes de incidentes con pellets en otras latitudes, como Sri Lanka, o acudir a una imagen de Texas para tratar de engañar a la opinión pública, a nuestros consumidores.
Todo este daño reputacional y de imagen a nuestro pescado y marisco pasa una inmerecida factura y solo puede responder a juegos políticos e intereses oscuros de terceros a los cuales no les importaron, en ningún momento, los efectos colaterales para con la gente del mar.
Poner en tenerla de juicio a salubridad de nuestro pescado y marisco es cuestionar nuestro trabajo y lo de tantos profesionales que, con su bueno hacer, componen una engrasada y estricta cadena de controles que constituyen la garantía, tanto para trabajadores cómoconsumidores, del cumplimiento de las normas sanitarias y de las buenas condiciones de los alimentos que llegan a nuestros platos.
La defensa del medio ambiente, una bandera que lleva con orgullo nuestro sector porque de la sostenibilidad depende el futuro, no puede servir de coartada para transmitir falsas informaciones que dañan de forma muy grabe nuestra actividad y generan un importante perjuicio a todos los profesionales y sus familias.
El complejo mar-industria gallego lo integramos las más de cincuenta mil familias que vivimos de esta actividad, un trabajo con el que pescadores, mariscadoras, profesionales de la acuicultura, de la industria transformadora y de la distribución hacen de nuestra comunidad un referente de calidad de los productos pesqueros.
Esta excelencia, que defenderemos la capa y espada, tiene el aval de múltiples organismos y entidades que desde la independencia y con criterio científico controlan y certifican la calidad y seguridad en cada una de las fases de la producción: desde la pesca en nuestras aguas hasta la venta en nuestras lonjas y puntos de venta, constituyendo una auténtica garantía para el consumidor final.
Si nuestra comunidad es líder y referente internacional en el ámbito pesquero es fruto de la entrega de muchas generaciones pasadas que dejaron una herencia que tenemos que hacerla valer y respetar, de manera serena pero rotunda, frente los ataques de las últimas semanas a nuestro sector.
El mar de Galicia es uno de los más controlados y, como resultado, uno de los más vivos y productivos del mundo. Sinónimo de sabores únicos, de salud y bienestar. De porvenir y calidad de vida. Esto no es fruto de la casualidad sino del bueno hacer de millares de profesionales que, antes y ahora, garantizan cada día el consumo del mejor de nuestro mar.
El mar de Galicia se cuida.
El mar de Galicia se defiende.
El mar de Galicia es futuro.
Todos con el mar de Galicia!
Acordado por la unanimidad de los miembros del Consejo Gallego de Pesca