Los desafíos para la recuperación marisquera de Galicia son la escasez de cría y las amenazas ambientales

  • La escasez de cría para sembrar y la falta de diversidad en la producción de semilla plantean serios desafíos para la sostenibilidad a largo plazo de la industria marisquera en Galicia.

La industria marisquera gallega enfrenta desafíos significativos debido a la escasez de cría para repoblar sus áreas de producción. Una combinación de factores, incluyendo una tormenta devastadora a finales del año pasado, ha dejado a los parquistas y cofradías luchando por regenerar sus bancos marisqueros. La limpieza, preparación del sustrato y la esperanza de una buena captación de semilla natural se vuelven prioritarias, junto con la necesidad de aportar cría, cada vez más crucial en la explotación marisquera de Galicia. Sin embargo, este año podría ser aún más complicado obtener la semilla necesaria para reactivar la producción marisquera en las rías gallegas.

Según José Manuel Fernández de Proameixa, la demanda de cría ha aumentado significativamente este año, exacerbada por el mal tiempo que ha retrasado las labores de regeneración. Aunque disponen de cría para sus clientes habituales, el retraso en la regeneración está generando preocupación en el sector. La producción de semilla de almeja, actualmente en manos de A Ostreira, enfrenta una creciente demanda, especialmente de almeja japónica, debido a su aparente resistencia a condiciones adversas. Sin embargo, esta preferencia podría llevar a una saturación del mercado con una sola especie, lo que plantea preocupaciones sobre la diversidad marisquera en la costa gallega.

A pesar de los esfuerzos de Ostreira por aumentar su capacidad productiva, se enfrentan a limitaciones estructurales que dificultan su expansión. La necesidad de ampliar sus instalaciones para satisfacer la demanda creciente es evidente, pero se ven obstaculizados por cuestiones burocráticas y regulatorias. Mientras tanto, miles de trabajadores del sector marisquero se han acogido al cese de actividad, afectados por el desastre causado por las lluvias y la disminución de la salinidad en las aguas. Esto ha llevado a una paralización significativa de la actividad, con consecuencias económicas y sociales para las comunidades costeras.

Aunque el Instituto Social de la Marina ha permitido a los trabajadores en cese de actividad realizar ciertas tareas sin perder su prestación, la situación sigue siendo precaria para muchos en el sector marisquero gallego. La incertidumbre sobre la disponibilidad de cría y la capacidad de recuperación de los bancos marisqueros plantea desafíos a largo plazo para una industria vital para la economía y la cultura de Galicia.

En tiempos normales, la industria marisquera de Galicia ya enfrenta desafíos significativos debido a la variabilidad del clima y la presión sobre los recursos naturales. Sin embargo, el año pasado, una tormenta perfecta azotó los bancos marisqueros de la región, exacerbando aún más los problemas existentes. Ahora, el sector se encuentra en una carrera contra el tiempo para recuperarse y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de sus actividades.

José Manuel Fernández, representante de Proameixa, una empresa clave en el suministro de cría para la industria marisquera gallega, señala que la situación actual es especialmente preocupante. El retraso en las labores de regeneración debido al mal tiempo ha generado incertidumbre sobre la disponibilidad de cría para sembrar. En un año normal, la demanda ya sería alta, pero este año, con la devastación causada por la tormenta, la necesidad es aún más acuciante.

La producción de semilla de almeja, controlada principalmente por A Ostreira, se encuentra bajo una presión sin precedentes. La creciente demanda de almeja japónica, que parece más resistente a las condiciones ambientales adversas, ha llevado a una situación en la que podría dominar el mercado, desplazando a otras especies tradicionales como la almeja babosa y la almeja fina. Esta falta de diversidad podría tener graves consecuencias para el ecosistema marino y para la propia industria marisquera en el futuro.

A pesar de los esfuerzos de Ostreira por aumentar su capacidad productiva, se enfrentan a una serie de obstáculos, incluyendo limitaciones estructurales y barreras regulatorias. La ampliación de sus instalaciones es crucial para satisfacer la demanda creciente, pero los trámites burocráticos han ralentizado el proceso. Mientras tanto, los trabajadores del sector marisquero se ven obligados a enfrentarse a la incertidumbre y a las dificultades económicas derivadas de la paralización de la actividad.

El cese de actividad, una medida de protección para los trabajadores autónomos del mar, ha sido utilizado por miles de personas en el sector marisquero gallego como respuesta a la crisis. Sin embargo, esta medida es solo un parche temporal y no aborda los problemas subyacentes que enfrenta la industria. Se necesitan soluciones a largo plazo que garanticen la sostenibilidad ambiental y económica de la actividad marisquera en Galicia.

En resumen, la industria marisquera de Galicia se encuentra en una encrucijada. La escasez de cría para sembrar, exacerbada por una tormenta devastadora y agravada por la falta de diversidad en la producción de semilla, plantea serios desafíos para el futuro de la industria. Se necesitan acciones urgentes para garantizar la recuperación y la sostenibilidad a largo plazo de esta actividad vital para la economía y la cultura de la región.