- El creciente número de avistamientos de orcas en la ría de Arousa y las discrepancias en las recomendaciones de seguridad subrayan la urgencia de un enfoque más coordinado para proteger tanto a los navegantes como a las orcas.
La presencia de orcas en la ría de Arousa, que alguna vez fue un hecho inusual, está comenzando a ser una escena relativamente común. En los últimos días, se han reportado múltiples avistamientos de estos impresionantes cetáceos en varias zonas de la ría, incluyendo la isla de Rúa y la costa de Palmeira, así como en el entorno de Castiñeiras y la isla de Sálvora. Integrantes del Centro de Estudios Marinos BDRI, con sede en O Grove, confirmaron la presencia de un grupo de al menos ocho orcas tras salir al mar para investigar los reportes.
El interés en estos avistamientos no solo proviene del inusual espectáculo de ver orcas tan cerca de la costa, sino también por las interacciones reportadas entre estos mamíferos y varias embarcaciones. Al menos tres veleros han experimentado contactos directos con las orcas, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles daños a los barcos. La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) ha instado a los marineros y pescadores a reportar cualquier avistamiento o interacción a través de la aplicación GT Orcas, para facilitar un monitoreo más preciso de la actividad de las orcas en la zona.
A pesar del creciente número de avistamientos y la potencial peligrosidad de las interacciones, las recomendaciones sobre cómo manejar estos encuentros varían significativamente entre países, generando confusión entre los navegantes. Mientras que las autoridades españolas sugieren continuar navegando hacia la costa en caso de contacto con orcas, buscando aguas menos profundas, las directrices de Francia y Portugal son completamente opuestas. Estos últimos aconsejan detener la embarcación, soltar el timón y, en caso necesario, retroceder lentamente para reducir la intensidad de la interacción.
Esta disparidad en los protocolos de respuesta ha creado incertidumbre entre los navegantes, quienes ya han reportado graves daños e incluso hundimientos en incidentes ocurridos el año pasado bajo las directrices españolas. Según la Cemma, las instrucciones de detener el barco y minimizar el movimiento han demostrado ser más efectivas para reducir el riesgo de daños severos.
La situación en la ría de Arousa es un microcosmos de un fenómeno más amplio que abarca la costa atlántica ibérica, desde el estrecho de Gibraltar hasta el golfo de Vizcaya, donde las orcas han interactuado con un creciente número de embarcaciones recreativas en los últimos años. Este comportamiento, que los científicos atribuyen a un juego más que a una agresión, sigue siendo objeto de estudio y debate dentro de la comunidad científica.
En resumen, la presencia creciente de orcas en la ría de Arousa y las divergencias en las recomendaciones de seguridad destacan la necesidad de un enfoque más coordinado y basado en evidencias para manejar estos encuentros, garantizando tanto la protección de los navegantes como la preservación de estos majestuosos animales.