- Los ejemplares del molusco fueron criados en el Centro de Cultivos Marinos de Ribadeo y preengordados posteriormente en las instalación de O Vicedo
- Con esta entrega se dará un nuevo impulso a la recuperación de la actividad marisquera que están llevando adelante las profesionales de la cofradía
- Alfonso Villares reitera la importancia de la colaboración de los centros de investigación ligados al mar con el sector para buscar soluciones a sus problemas
El conselleiro del Mar, Alfonso Villares, acompañó hoy a los investigadores del Centro de Cultivos Marinos (CIMA) de Ribadeo, en Lugo, que entregaron hoy una partida de 98.400 unidades de semilla de almeja japonesa a las mariscadoras de Cariño. Esta iniciativa forma parte de la acción de investigación que lleva por título ‘Ciclo completo de producción en cercanía en el minicriadero de O Vicedo, de dos especies autóctonas: almeja fina (Ruditapes decussatus, Linnaeus, 1758) y coquina (Donax trunculus, Linnaeus, 1758)’. El objetivo es impulsar la producción de juveniles del molusco con la que suministrar la demanda de las cofradías gallegas del Cantábrico próximas las instalaciones de Ribadeo y de O Vicedo.
Este trabajo, que finalizará en 2024, está financiado en su totalidad por la Consellería del Mar y cuenta con un presupuesto total que supera los 174.000 euros, distribuidos en cuatro anualidades. Desde 2019 el CIMA de Ribadeo entregó a las cofradías más de 12 millones de unidades de bivalvos: 5,8 millones de almeja japonesa, 5,4 millones de almeja babosa, 780.000 ejemplares de almeja fina, 10.400 de cadelucha y 76.000 de navaja.
En el criadero del CIMA en la Mariña se tienen alrededor de 2.000.000 de unidades de semilla de almeja fina, japonesa y erizos juveniles que, segundo van alcanzando el tamaño que se requiere, se van trasladando al medio natural. En los últimos años, además de la cofradía de Cariño recibieron ejemplares para sembrar las del Pindo, O Barqueiro, Corcubión, Camariñas, Cangas, Cedeira, Ribadeo, Ribeira, Miño, A Coruña, Baldaio, O Vicedo, Pontedeume, Cabo de Cruz, Ferrol, Rianxo, Barallobre, A Pobra do Caramiñal, Vilaboa, Mugardos, Ribadeo, o la Asociación Rañeiros de la ría de Arousa, entre otras.
Alfonso Villares volvió a destacar la importancia de la colaboración directa entre entidades del mundo de la ciencia, como es el caso del CIMA, el Intecmar y el Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar, con el sector productivo a la hora de medir el impacto del cambio climático en la actividad, por un lado, y también contribuir a regenerar los bancos marisqueros.
El titular de Mar departió con las mariscadoras de Cariño los problemas de la actual campaña y destacó que mientras se continúa a medir el impacto de los temporales en las principales producciones marisqueras de Galicia y las posibles medidas para paliar la situación a corto plazo -sin descartar la petición de declaración de emergencia en las rías-, a medio y largo la Xunta pretende reforzar un conjunto de actuaciones dirigidas a la regeneración, como la entrega de más unidades de almejas y el trabajo con especies más resistentes ante factores como el aumento de la temperatura del agua o la baja salinidad.
Desde 2009 la Consellería del Mar destinó más de 17 millones de euros a alrededor 400 proyectos para la mejora del estado y la productividad de los bancos marisqueros. Las acciones aprobadas permitieron actuar sobre más de 18 millones de metros cuadrados de zonas de trabajo (con sementeiras, arados o aportes de áridos, entre otras actuaciones) y sembrar alrededor de 300 millones de unidades de cría de distintos tipos de almeja.
La entrega que se realizó en Cariño forma parte de uno conjunto de lotes facilitados la distintas cofradías. Así, en 2021 se entregaron 606.100 unidades de almeja japonesa, 2.409.520 unidades de almeja babosa y 413.100 unidades de almeja fina. En 2022 fueron 414.300 los ejemplares de almeja japonesa entregados, 1.312.650 de almeja babosa y 222.220 de almeja fina.
Investigaciones en marcha
Entre los ensayos de esta acción de investigación se realizaron experimentos para comparar los protocolos de cultivo de la almeja fina y de la almeja japonesa, hacia intentar evaluar las suyas diferencias en crecimiento, cambios estructurales en su morfología a lo largo de su etapa crítica de metamorfosis y, sobre todo, su diferente comportamiento ante las patologías que afectan asgo cultivos larvarios en criadero, que son muy habituales e intensas debido las alteraciones del medio marino relacionadas con el cambio climático.
Estas semillas tuvieron su fase de cultivo larvario y post-larvario en el Centro de Cultivos Marinos de Ribadeo, hasta que alcanzaron el tamaño acomodado para ser trasladadas al mar para completar la fase de preengorda en las instalaciones de O Vicedo, donde llegaron a una medida no mayor de 12 mm.
La siguiente fase de crecimiento ya estará de la mano de las mariscadoras de Cariño, que inicialmente habían continuado con el proceso de preengorda en sacos sobreelevados. Una vez alcancen el tamaño ideal serán sembradas en los arenales, en bancada con protección vertical y finalmente serán liberadas de la protección para crecer en libertad. Este proceso de cultivo tendrá una duración entre 16 y 18 meses hasta que alcancen el tamaño comercial, momento en la que serán cosechadas para su venta.