- La descarga masiva de jurel en Portosín trae un respiro temporal, pero el futuro del sector pesquero gallego sigue siendo incierto ante los desafíos estructurales y económicos.
La reciente descarga de 97 toneladas de jurel en el puerto de Portosín por parte de la flota del cerco ha generado un suspiro de alivio en un sector que ha estado enfrentando grandes desafíos. Desde el año pasado, el jurel había sido escaso en las capturas, dejando a los pescadores en una situación complicada, especialmente después de agotar la cuota de sardina en el norte. Esta descarga masiva, que se produjo tras varios días de mala racha, ha demostrado que el recurso sigue disponible, aunque su aparición ha sido intermitente y difícil de predecir.
Isaac Gaciño, el patrón mayor del puerto, explicó que cada barco logró capturar entre 15.000 y 17.000 kilogramos de jurel, con el área al norte de Fisterra, en particular en las piedras de Os Cereais, siendo especialmente fructífera. Sin embargo, a pesar de esta abundancia, los precios en la lonja fueron decepcionantes, oscilando entre 0,75 y 0,92 euros por kilogramo. Gaciño advirtió que aunque las capturas fueron significativas, esto podría ser solo un respiro temporal y que las condiciones alimentarias en el mar determinarán si esta tendencia continuará.
El sector pesquero de cerco ha estado luchando contra múltiples frentes: la escasez de ciertas especies, las restricciones impuestas por las cuotas, y los altos costos operativos, como el precio del combustible, que afectan gravemente su rentabilidad. Además, Gaciño expresó su preocupación sobre el sistema de cuotas que permite la compra de derechos en otras regiones, como Andalucía, argumentando que cuando hay pescado disponible debería permitirse su captura sin tener que recurrir a estas compras, que solo encarecen la operación para los marineros gallegos.
Esta situación refleja un problema más amplio en el sector pesquero gallego, donde la sobrepesca en algunas áreas y las normativas restrictivas han dejado a muchos pescadores en una situación económica precaria. La reciente abundancia de jurel es una buena noticia, pero el panorama general sigue siendo incierto, y muchos temen que sin un cambio en las políticas de pesca y un enfoque más sostenible, estas situaciones de alivio temporal podrían ser cada vez menos frecuentes.