- La necesidad de mano de obra extranjera revela la crisis del sector pesquero en Galicia
El sector pesquero gallego enfrenta una tormenta perfecta de desafíos, desde restricciones normativas hasta la falta de relevo generacional, que está llevando a muchas embarcaciones a quedar varadas en puerto debido a la escasez de tripulantes. Fran Torres, armador de Ribeira, se encuentra en una situación desesperada con su embarcación, el Meteoro Tercero, que lleva amarrado casi un mes por la imposibilidad de encontrar suficientes manos para trabajar en él.
El Meteoro Tercero, un palangrero dedicado a la captura de merluza, requiere una tripulación mínima de cuatro personas, pero la partida de dos marineros para otras campañas pesqueras dejó al barco en tierra. La situación no es nueva para Torres, quien ya tuvo que amarrar su embarcación hace dos años por la misma razón.
La búsqueda de soluciones ha llevado a Torres a considerar la contratación de tripulantes indonesios a través de una agencia especializada. Sin embargo, la falta de garantías de éxito y la burocracia complicada han sumido al armador en un estado de desánimo, expresando que «si no hay gente, habrá que deshacerse de todo».
Esta realidad no es exclusiva de Torres; numerosas embarcaciones en la región se enfrentan a la misma crisis de tripulación, lo que dificulta su capacidad para operar de manera eficiente. La dependencia creciente de la mano de obra extranjera, especialmente en momentos en que los españoles muestran menos interés en ciertos sectores, subraya la urgencia de abordar los desafíos estructurales que enfrenta el sector pesquero en Galicia.
Además, la situación se complica aún más con la llegada de empresas extranjeras que buscan adquirir embarcaciones locales, lo que lleva a temores de desmantelamiento encubierto de la flota y la posible pérdida de empleos y recursos locales. En este contexto, la crisis del Meteoro Tercero es solo un síntoma de los desafíos más amplios que enfrenta la industria pesquera en la región.