La caída del marisco gallego provoca cambios en el mercado: La almeja el carnero gana terreno

  • La crisis del marisqueo gallego obliga a adaptarse a nuevas realidades mientras especies menos valoradas como la almeja el carnero gana terreno en un mercado cambiante.

La dramática reducción en la producción de mariscos, como la almeja fina y el berberecho, ha puesto en aprietos al sector marisquero de Galicia. En lo que va del año, las ventas en lonjas han experimentado un desplome del 80% en comparación con el mismo período del año anterior, según datos de PescadeGalicia. Este declive ha obligado a los mariscadores a buscar alternativas, apostando por especies menos valoradas como la ameja el carnero.

El marisqueo gallego, históricamente sostenido por la almeja fina y el berberecho, se enfrenta a una crisis sin precedentes. Estas especies, especialmente cultivadas en las rías de Arousa y Muros-Noia, han casi desaparecido del mercado, llevando a los mariscadores a adaptarse a una nueva realidad. Las cifras son contundentes: las ventas de almeja japónica y babosa han caído entre un 61% y un 72%, y la vieira ha registrado un descenso del 44%.

Este colapso en la producción ha tenido efectos en cadena. La pérdida de empleo en el sector marisquero y transformador, la reducción de rutas de transporte y la desaparición de canales de comercialización son solo algunas de las consecuencias. La situación es alarmante, pues el 2023 ya fue un año difícil para el sector, y el 2024 se perfila aún más complicado.

A pesar de todo, el marisqueo intenta mantenerse a flote. Entre las pocas especies que han mostrado cierta estabilidad se encuentra la almeja roja o rubia, con una producción que se ha mantenido en niveles similares a los de años anteriores. Además, se ha registrado un aumento en la subasta de ameixa, que ha visto crecer su valor en el mercado, alcanzando un promedio de 10,03 euros por kilo, aunque esta cifra sigue siendo inferior a los precios de la almeja fina y la babosa.

El carnero, otro bivalvo que ha ganado presencia, ha experimentado un incremento del 28,8% en su volumen de extracción y su precio ha aumentado significativamente, cotizándose a 13,84 euros por kilo. Sin embargo, este repunte en especies alternativas no es suficiente para compensar la drástica caída de las especies tradicionales.

En la lonja de Muros, por ejemplo, se ha triplicado la producción de ameixa en comparación con el año anterior, impulsada por la demanda desde Andalucía, donde este bivalvo es altamente apreciado. A pesar de este éxito relativo, el sector sigue en crisis. Daniel Formoso, patrón mayor de la Confraría de Pescadores de Muros, reconoce que aunque la almeija está ayudando a sostener el marisqueo, no es suficiente para cubrir las pérdidas.

El futuro del sector sigue siendo incierto. Con una producción tan baja, muchos mariscadores podrían no cumplir con los requisitos para acceder a ayudas por parada temporal de la actividad, lo que agravaría aún más la situación. Además, la entrada de mariscos de otros países, como Marruecos, Portugal y Bulgaria, añade una competencia inesperada en el mercado gallego.

Roberto Fariña, presidente de la Asociación Galega de Empresarios Depuradores de Moluscos (Agade), advierte que si la producción de mariscos gallegos se recupera, el sector tendrá que enfrentar nuevos desafíos, incluyendo la competencia de productos extranjeros. Fariña subraya la necesidad de reflexionar sobre el futuro del sector y destaca algunas experiencias exitosas, como la de los Parquistas de Carril, que aún mantienen una parte significativa de la producción de almeja en Galicia.

En resumen, la crisis del marisqueo gallego ha obligado a los mariscadores a buscar alternativas y adaptarse a nuevas condiciones de mercado. Sin embargo, la recuperación del sector dependerá de la capacidad para enfrentar los desafíos actuales y futuros, incluyendo la competencia internacional y la necesidad de mantener la producción local.