La acuicultura gallega: un motor económico y sostenible en crecimiento

  • Galicia refuerza su posición como líder en acuicultura sostenible, impulsando la calidad, innovación y competitividad de un sector clave para su economía y proyección global.

La acuicultura, un sector que ha crecido silenciosamente hasta superar en producción a la pesca extractiva, se posiciona como una pieza clave en la economía gallega. Empresas como Piscilor, en Quiroga (Lugo), son ejemplos vivos de cómo la tradición y la innovación pueden unirse para convertir los recursos naturales en motores de desarrollo sostenible.

Fundada en 1979, Piscilor es hoy una de las principales productoras de trucha en Galicia, alcanzando las 218 toneladas en 2024. Pero más allá de las cifras, esta empresa familiar simboliza el potencial transformador de la acuicultura, que no solo dinamiza las economías locales, sino que también responde a las demandas de sostenibilidad de los mercados globales.

Un sector en expansión

El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, destacó durante su visita a las instalaciones de Piscilor el papel de estas iniciativas en el fortalecimiento de las zonas rurales. “La acuicultura no solo genera empleo, sino que aprovecha de manera sostenible recursos naturales excepcionales, impulsando la economía desde el interior hacia el exterior”, afirmó.

En este contexto, la Xunta de Galicia ha reforzado su apoyo al sector con nuevas líneas de ayudas. En enero, se anunciaron iniciativas cofinanciadas por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa), que movilizarán 82 millones de euros hasta 2027. Este presupuesto está destinado a la modernización de instalaciones, mejora de la sostenibilidad y la seguridad laboral, garantizando que la producción no solo aumente en cantidad, sino también en calidad.

Innovación para la sostenibilidad

La sostenibilidad es el eje central de este plan estratégico. En un mundo donde los consumidores valoran cada vez más el origen y el impacto ambiental de los alimentos, la acuicultura gallega se posiciona como un modelo a seguir. Estas ayudas buscan no solo fortalecer la competitividad económica del sector, sino también alinearlo con los objetivos medioambientales europeos.

Además, las inversiones permiten que empresas como Piscilor mantengan altos estándares de trazabilidad, garantizando que cada trucha llegue al mercado con un sello de calidad y responsabilidad.

Galicia, referencia internacional

Con un panorama acuícola en constante evolución, Galicia está llamada a liderar en sostenibilidad e innovación. La combinación de un entorno natural privilegiado, empresas comprometidas y un apoyo institucional decidido, coloca a la comunidad autónoma en el mapa global como un referente de calidad.

El reto, como destacó Villares, es mantener esta senda de crecimiento sin perder de vista los valores que han definido al sector: tradición, sostenibilidad y calidad. En un mercado globalizado, donde las exigencias de los consumidores crecen día a día, la acuicultura gallega tiene todas las herramientas para seguir conquistando paladares y mercados.

Galicia no solo produce alimentos, sino que define un modelo de cómo la economía azul puede ser motor de desarrollo y sostenibilidad para el futuro.