- El hallazgo de una almeja de cuatro kilos en la ría de Pontevedra sorprende a los buzos y revela la presencia de estas grandes panopeas en las profundidades marinas
Un buzo en la ría de Pontevedra vivió una jornada que no olvidará fácilmente. Mientras buscaba navajas, se topó con una almeja gigantesca de cuatro kilos y 35 centímetros de largo. Este impresionante ejemplar, conocido científicamente como panopea, fue encontrado entre la isla de Tambo y Raxó (Poio) y requirió ambas manos del buzo para ser levantado.
El propietario del Nuevo Albatros, la embarcación desde la cual faenaba el buzo, entregó la almeja a Rogelio Bellón, de Delicatessen da Ría. Bellón decidió dejarla en el acuario de la lonja de Campelo para su observación y posible control.
Aunque a simple vista una almeja de este tamaño puede parecer una rareza, el biólogo y experto en moluscos Juan Trigo señala que estos ejemplares son más comunes de lo que se piensa, aunque son difíciles de ver. Las panopeas suelen estar enterradas a más de un metro de profundidad en los fondos marinos de las rías, y es poco frecuente que salgan a la superficie a menos que se manipule el fondo marino.
Trigo recuerda que durante la construcción del puente de Rande en la década de los setenta, se encontraron muchas panopeas debido a las excavaciones profundas necesarias para el proyecto. Estas almejas no pueden volver a enterrarse una vez en la superficie debido a su tamaño. “Pueden aparecer cuando se mueve el fondo del mar por una fuerte tormenta, un dragado de la zona o una excavación”, explica Trigo.
El hallazgo sorprendió no solo al buzo y a la tripulación del Nuevo Albatros, sino también a Rogelio Bellón, quien admitió que nunca había visto algo así. Bellón comentó que, según una depuradora, antiguamente eran más comunes en la zona de A Lanzada.
A pesar de su impresionante tamaño, esta almeja de cuatro kilos no se puede comercializar y su venta está prohibida. Permanecerá en el acuario de la lonja de Campelo para cualquier control necesario. Aunque en Galicia no es una especie consumida, Trigo menciona que ejemplares similares en la zona norte del Pacífico, como en Canadá, sí se comercializan para el consumo.
Este hallazgo se convierte en una anécdota memorable para el equipo de buzos que ese miércoles salió en busca de navajas, encontrándose con una almeja gigante que sorprendió a todos.