Galicia exige voz propia en la política pesquera de la UE

  • Galicia reclama la regionalización de la política pesquera europea para dar más poder a las comunidades costeras en la toma de decisiones.

Galicia exige voz propia en la política pesquera de la UE

Mientras Bruselas mantiene el timón de la Política Pesquera Común, Galicia levanta la voz para reclamar más autonomía y protagonismo en las decisiones que afectan directamente a su costa, su flota y su economía. La demanda no es nueva, pero esta vez llega reforzada desde la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas (CRPM), con la comunidad gallega al frente del grupo de trabajo Marítimo y de Pesca.

Un nuevo rumbo: más descentralización para decidir desde la costa

Durante un encuentro con el comisario europeo de Pesca y Océanos, Costas Kadis, celebrado en Bruselas, Galicia puso sobre la mesa una propuesta clara: regionalizar la política pesquera europea. ¿El objetivo? Que las comunidades costeras altamente dependientes del mar —como Galicia— participen directamente en la toma de decisiones junto a los Estados miembro, representantes del sector y ONG.

Esta descentralización permitiría adaptar las normas a la realidad de cada territorio, aprovechando el conocimiento técnico y la experiencia de las regiones pesqueras. Desde Galicia se defiende un modelo de cogobernanza ya implantado entre Xunta y sector, que podría servir como referencia en la nueva arquitectura de la Política Pesquera Común.

La primera potencia pesquera de Europa quiere ser escuchada

Con más de 50.000 empleos directos vinculados al mar y cerca del 5% del PIB regional generado por actividades marítimo-pesqueras, Galicia no es una región más, sino la principal potencia pesquera de Europa. Aun así, sus propuestas y necesidades no siempre encuentran eco en los pasillos de Bruselas.

Este fue el tercer encuentro del conselleiro Alfonso Villares con Kadis, lo que evidencia el interés gallego por consolidar una interlocución directa con las instituciones europeas en defensa de un sector estratégico y profundamente arraigado en el territorio.

Competencia desleal: el caso Tailandia

Otro de los ejes que Galicia quiso poner en la agenda comunitaria es la necesidad de proteger el mercado interior europeo frente a productos de países terceros —como Tailandia— que operan bajo normas medioambientales y laborales mucho menos exigentes.

Desde la comunidad se alerta del impacto de acuerdos de libre comercio que permiten la entrada masiva de conservas de atún producidas sin garantías mínimas de sostenibilidad, higiene o derechos laborales. Galicia, que produce el 60% de la conserva europea, ve en este tipo de prácticas una amenaza directa para su industria y un claro caso de competencia desleal.

La demanda es sencilla pero firme: mismas reglas para todos. Si Europa exige estándares altos a sus flotas y transformadoras, también debe exigírselos a quienes exportan hacia su mercado.

Economía azul: más que una estrategia, una oportunidad

Más allá de la defensa sectorial, Galicia aprovechó el encuentro para presentar su Estrategia de Economía Azul. Un plan que busca aprovechar el potencial del mar no solo en pesca, sino en biotecnología, energías marinas, formación o innovación.

La economía azul es vista por Galicia como un camino para diversificar su modelo productivo sin perder su identidad marítima. Por eso, se propuso a Kadis una visita oficial a la comunidad coincidiendo con el evento European Maritime Day In My Country el próximo junio, para conocer de primera mano los avances y retos del litoral gallego.

Conclusión: Galicia quiere decisiones hechas desde el mar

Lejos de una postura institucional vacía, Galicia lanza un mensaje claro: no se puede construir una política pesquera eficaz sin escuchar a quienes viven del mar. Regionalizar la toma de decisiones no es solo una cuestión de autonomía, sino de eficacia, justicia y sostenibilidad.

Mientras la UE debate reformas, el sector gallego pide pasar de oyente a protagonista. Porque quien mejor conoce el mar… es quien lo pisa cada día.