- La campaña Galicia Sabe AMAR lleva los beneficios de la pesca gallega a los escolares, reforzando su vínculo con la salud y la economía local.
La costa gallega ha vuelto a ser protagonista en las aulas de Vilasantar, pero no por sus paisajes, sino por los beneficios de su pesca. El CEIP de Présaras se ha convertido en el epicentro de la campaña Galicia Sabe AMAR, una iniciativa que lleva la excelencia de los productos pesqueros gallegos a los jóvenes, transmitiendo no solo los valores nutricionales que estos alimentos aportan, sino también el impacto positivo que tienen en la economía local y en el futuro de la industria pesquera.
La visita de Alfonso Villares, responsable de la Consellería do Mar, no fue simplemente un acto institucional, sino una demostración del compromiso del gobierno gallego con la sostenibilidad y el bienestar. La foodtruck que llegó al centro educativo no solo distribuía productos pesqueros, sino que ofrecía una clase sobre el papel crucial que desempeñan estos productos en la cadena mar-industria.
Los presupuestos de la Consellería para 2025 reflejan un aumento significativo en las inversiones destinadas a la promoción de los productos pesqueros y acuícolas. Con más de 20 millones de euros destinados a campañas como Galicia Sabe AMAR y al estudio de las tendencias de consumo, la región busca consolidar su reputación como referente mundial de calidad en el sector pesquero.
Es destacable cómo acciones como esta trascienden la promoción del consumo, abriendo las puertas de la pesca a las nuevas generaciones, quienes, al comprender desde pequeños la importancia de este sector, podrían convertirse en los mayores defensores de los productos gallegos en un futuro cercano.
De esta forma, Galicia no solo alimenta cuerpos, sino que cultiva conciencias, enseñando a los más jóvenes a valorar lo que tienen en casa. La campaña ha dado un paso adelante, ampliando su alcance a los centros escolares, lo que se traduce en un esfuerzo conjunto de más de 2,3 millones de euros, demostrando que la pesca gallega no solo es un negocio, sino una parte integral del patrimonio y la salud de la región.