- El sector pesquero gallego impulsa un decálogo estratégico para blindar sus intereses en la reforma de la Política Pesquera Común de la UE.
El sector mar-industria de Galicia, uno de los pilares económicos y sociales de la comunidad, acaba de reforzar su hoja de ruta ante la inminente revisión de la Política Pesquera Común (PPC) por parte de la Unión Europea. En una reunión clave del Consello Galego de Pesca, se presentó el nuevo Decálogo Estratéxico de Galicia, una herramienta que actualiza el Ditame aprobado en 2022 y que incorpora los últimos análisis del think tank jurídico Fundación MarInnLeg, encargados el año pasado para evaluar el impacto de las reformas legislativas y no legislativas propuestas por la Comisión.
Este decálogo no es solo un documento político: es un manifiesto técnico que recoge las prioridades de un territorio que concentra el 50 % del empleo pesquero en España y que ve en esta reforma una oportunidad… o una amenaza. Entre los puntos clave, destaca la necesidad de redefinir el concepto de “zonas altamente dependientes da pesca” para garantizar un reparto preferente de cuotas que salvaguarde el empleo y el tejido productivo en áreas costeras.
También se propone reforzar el relevo generacional, ajustar la definición de pesca artesanal a la realidad de cada cuenca marítima y apostar por un enfoque ecosistémico que garantice la sostenibilidad a largo plazo. Todo ello sin perder de vista la conservación del patrimonio marítimo y el impulso a una economía azul que coloque a la pesca, el marisqueo y la acuicultura en el corazón de las políticas públicas europeas.
Uno de los ejes más ambiciosos del documento es la apuesta decidida por la modernización y descarbonización de la flota, en línea con los objetivos climáticos de la UE. Para ello, el sector reclama más inversión en innovación, herramientas de gestión adaptadas a las variaciones ambientales y modelos energéticos que reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles.
Más voz para las regiones costeras
La revisión de la PPC se percibe también como una oportunidad para avanzar en la rexionalización de la toma de decisiones. Es decir, que las regiones marítimas como Galicia no sean meros ejecutores de directrices de Bruselas, sino agentes activos con capacidad de influir en las políticas que afectan directamente a su supervivencia económica. Esta es una demanda reiterada desde el Grupo de Trabajo de Pesca de la Conferencia de Regiones Periféricas Marítimas (CRPM), presidido actualmente por Galicia.

El objetivo: pasar de un modelo centralista a uno cooperativo, donde administraciones regionales, comunidad científica, sector pesquero y ONG compartan responsabilidades y diagnósticos.
Defensa del mercado interior europeo
Otro de los puntos calientes del nuevo decálogo es la defensa del mercado interior europeo frente a la competencia desleal de terceros países. El principio del level playing field —igualdad de condiciones— debe aplicarse con firmeza para garantizar que la flota europea no compita en desventaja frente a productos importados sin los mismos estándares ambientales, laborales o sanitarios.
Este asunto será central en la próxima reunión entre el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, y el comisario europeo de Pesca, Costas Kadis. Será el tercer encuentro entre ambos desde que el chipriota asumió el cargo.
Alerta por los nuevos aranceles de EE.UU.
La preocupación del sector no se limita al ámbito comunitario. El anuncio del Gobierno de Estados Unidos de imponer nuevos aranceles del 20 % a productos del mar procedentes de la UE ha encendido todas las alarmas. Solo entre 2021 y 2024, Galicia exportó a ese país productos pesqueros y derivados por valor de 252,51 millones de euros, entre los que destacan pescados, crustáceos, moluscos, conservas y harinas de pescado.
Desde el Consello Galego de Pesca se advierte que esta medida puede tener un impacto “notorio” sobre el complejo mar-industria gallego, justo en un momento en que la cadena de valor intenta ganar competitividad, atraer talento joven y adaptarse a los desafíos del cambio climático.