El marisqueo de O Grove desafía a su patrona mayor

  • El sector del marisqueo a pie exige la dimisión de la patrona mayor de O Grove, acusándola de bloquear iniciativas clave para su actividad.

El sector del marisqueo a pie en O Grove ha iniciado el año con fuerza y reivindicación. Este mediodía, más de un centenar de personas se congregaron frente a la sede de la cofradía, en la plaza de O Corgo, para exigir la dimisión de la patrona mayor, María del Carmen Besada. La protesta, marcada por cánticos y pancartas, refleja un profundo malestar en el colectivo, que acusa a la actual dirección del pósito de obstaculizar sistemáticamente todas las iniciativas surgidas desde el marisqueo a pie.

Según los manifestantes, el liderazgo de Besada y su equipo ha provocado un estancamiento en el sector, dificultando tanto la toma de decisiones como la puesta en marcha de proyectos necesarios para garantizar la sostenibilidad y rentabilidad de su actividad. “No nos escuchan, nos ningunean”, señalaba una de las mariscadoras presentes, subrayando la creciente desconexión entre la dirección del pósito y la realidad que enfrentan quienes trabajan día a día en la extracción de recursos del litoral.

La tensión no es nueva. Fuentes del sector aseguran que este desencuentro viene gestándose desde hace tiempo, agravándose en los últimos meses por cuestiones administrativas y de gestión que, a su juicio, no han sido abordadas con la transparencia ni la eficacia necesarias. “Solo queremos trabajar con dignidad y que se respeten nuestras propuestas”, añadía otra de las participantes en la concentración.

La cofradía, por su parte, no ha emitido hasta el momento una declaración oficial respecto a las acusaciones, aunque desde el entorno de la patrona mayor se apunta a que algunos de los conflictos podrían derivar de diferencias internas más profundas y complejas.

El marisqueo a pie es un pilar económico y social en O Grove, y la escalada de tensiones amenaza con generar un impacto significativo en un sector ya de por sí vulnerable. Con esta protesta, los mariscadores no solo han dado visibilidad a sus demandas, sino que han lanzado un mensaje claro: no están dispuestos a permitir que su voz siga siendo ignorada. Resta por ver si la patrona mayor tomará medidas para calmar las aguas o si este pulso desembocará en una crisis aún mayor en el seno de la cofradía.