- Veintiocho embarcaciones españolas buscan diversificar su pesca incluyendo al lirio
El Micromesistius poutassou, conocido como bacaladilla o lirio, emerge como un recurso estratégico para la flota pesquera española, especialmente para los arrastreros de litoral, quienes encuentran en este pescado blanco una manera de mantener sus balances financieros en equilibrio. A pesar de su bajo costo en las lonjas gallegas el año pasado (59 céntimos por kilo), su carne suave y su tamaño hacen que su conservación sea complicada, lo que reduce los márgenes de beneficio tanto para pescaderos como para consumidores.
Sin embargo, el lirio se ha convertido en un pilar fundamental para ciertos segmentos de la flota pesquera española. La demanda de este pescado se extiende más allá del consumo en fresco; también se destina a la producción de harina, que se utiliza en la alimentación de animales criados en granjas acuícolas y terrestres, así como en la fabricación de fertilizantes y otros productos.
Para sacar el máximo provecho de los aproximadamente 67,88 millones de kilos de lirio asignados a la flota española, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación prioriza la distribución entre la flota de litoral y otros barcos, con el objetivo de aprovecharlo en “nuevas pesquerías” en el Atlántico nororiental. Esta estrategia de diversificación busca expandir las oportunidades de pesca y optimizar la utilización de este recurso en una amplia área marítima que abarca desde el Cantábrico hasta el mar de Barents.
En la última convocatoria, veintiocho embarcaciones solicitaron cantidades específicas de lirio para captura dirigida. Estas asignaciones se realizan según las necesidades y zonas de actividad de cada embarcación, con el objetivo de maximizar la eficiencia y sostenibilidad de la pesca. Esta estrategia refleja los esfuerzos de la industria pesquera española por adaptarse a los cambios en el mercado y aprovechar al máximo los recursos disponibles en el mar.