El aerogenerador marino más grande del mundo: entre la innovación y la amenaza al sector pesquero

  • España lidera la carrera eólica con un aerogenerador que desbanca a China. Sin embargo, el impacto ambiental y los riesgos para la pesca y el marisqueo preocupan al sector.

España supera a China en innovación eólica

El nuevo aerogenerador marino de Siemens Gamesa, con 21 MW de potencia, marca un antes y un después en el liderazgo tecnológico europeo. Con una altura de 245 metros y capaz de abastecer a 7.000 hogares al año, esta innovación supera al anterior líder mundial, el prototipo de 20 MW de la china Mingyang, cuyas palas fallaron recientemente en pruebas extremas.

Este gigante, financiado con 30 millones de euros del Fondo de Innovación de la UE, refuerza el papel de Europa como líder en la transición energética. Sin embargo, no todo son celebraciones: la instalación masiva de estos molinos plantea serios desafíos, especialmente para el sector pesquero y marisquero.

Los riesgos para la pesca y el marisqueo

Aunque la eólica marina promete reducir las emisiones y combatir el cambio climático, su implementación puede tener consecuencias negativas para los ecosistemas marinos y las comunidades que dependen de ellos. En regiones como Galicia, donde la pesca y el marisqueo son pilares económicos, el impacto podría ser devastador.

El 30% de las áreas propuestas para instalar parques eólicos marinos en España coinciden con zonas de alta actividad pesquera, según datos oficiales. Los pescadores advierten que las vibraciones y ruidos generados por estas estructuras alteran los hábitos de especies clave, como merluza, sardina y pulpo, reduciendo las capturas. Además, los cambios en las corrientes y las sombras proyectadas por los molinos pueden afectar la biodiversidad marina.

“Estamos ante una amenaza directa a nuestra forma de vida”, afirma Ángeles Martínez, representante de cofradías gallegas. “La sostenibilidad energética no puede lograrse a costa de destruir el mar, que ya enfrenta presiones por el cambio climático y la sobreexplotación”.

El reto logístico y económico

El despliegue de aerogeneradores de este tamaño también plantea desafíos logísticos. Galicia, con carreteras y puertos poco adaptados para mover componentes gigantescos, podría enfrentarse a elevados costos de transporte e instalación. Asimismo, el mantenimiento de estas estructuras supone un riesgo financiero: cualquier avería requiere desmantelamientos complejos y costosos.

Además, no todos los actores del sector energético están convencidos de la viabilidad económica de estos prototipos. Federico González, director de tecnología de Vestas, sostiene que el aumento de tamaño no siempre se traduce en mayor rentabilidad: “Necesitamos estandarizar los modelos existentes y buscar eficiencia, no solo construir molinos más grandes”.

Un futuro incierto para la pesca y la energía

La construcción del aerogenerador más potente del mundo refleja la ambición de Europa por liderar la transición energética, pero también abre un debate crucial sobre la convivencia entre innovación y sostenibilidad.

El sector pesquero reclama mayor planificación y diálogo. “No podemos hablar de energía verde si eso implica destruir ecosistemas marinos y desplazar a comunidades enteras”, concluye Martínez.

El equilibrio entre energía limpia y protección de los océanos será clave para garantizar que este avance tecnológico no se convierta en una nueva amenaza para los mares y quienes viven de ellos.