Destacada contribución de las Hatchery a la sostenibilidad y competitividad del sector marisquero frente a los desafíos del cambio climático

  • El responsable autonómico resaltó de las instalaciones que permiten el aprovechamiento de los recursos, emplea energías limpias y utiliza un sistema de producción amable con el medio, lo que lo hace compatible con los ecosistemas marinos y terrestres de la zona
  • A implantación de criaderos en aguas autóctonas plantea importantes ventaxas sobre las foráneas que no sobreviven en el Atlántico en un contexto en el que la oferta no cubre la demanda del comprado

El Conselleiro del Mar, Alfonso Villares, manifestó la importante contribución de los criaderos de moluscos o hatchery a la sostenibilidad y competitividad del sector marisquero gallego en un contexto actual muy complejo por los efectos del cambio climático. Así, valoró muy positivamente el inicio de la actividad del criadero Crimoldán, en la localidad pontevedresa de Cangas, en el acto de inauguración de sus instalaciones y destacó que se trata del primero y único que hay a día de hoy en la ría de Aldán.

El responsable autonómico explicó la importancia del desarrollo de esta industria para Galicia como principal región pesquera de Europa ya que reduce la dependencia de proveedores de terceros países en un contexto en el que la oferta de semilla no cubre la demanda existente en el comprado. Por otro lado, la implantación de criaderos en aguas autóctonas contribuye a alcanzar un mayor grado de supervivencia respeto a las producidas en otros mares ya que no logran adaptarse a las condiciones del Atlántico.

El titular de Mar resaltó de la nueva planta el aprovechamiento de los recursos mediante la reutilización del agua devolviéndola al mar, el empleo de energías limpias y renovables, consiguiendo la temperatura precisa del agua gracias al sol y complementándola con una caldera de biomasa y la utilización de un sistema de producción amable con el medio gracias al empleo de esterilizantes, fertilizantes y detergentes naturales, lo que hace este proyecto compatible con el ecosistema terrestre y marino de la zona.

En esta línea puso en valor el impacto positivo que esta actividad va a dejar en el municipio, mediante lo consumo de materiales locales y fomentando el empleo con la creación de cinco nuevos puestos de trabajo directos. Por otra parte, es una industria plenamente compatible con otros sectores económicos como la pesca o el turismo al tiempo que presenta importantes beneficios al enriquecer los bancos de producción con la semilla que, de otra forma, no sería posible obtener.

Las instalaciones

A iniciativa es promovida por la empresa gallega Narom, con experiencia en el desarrollo y construcción de plantas de cultivos de moluscos en Portugal. Las instalaciones cuentan con con una superficie de 2.965 m2 en el que se alberga un edificio que dispone de una zona seca, con espacio de usos múltiples, despacho, aseos y zona de descanso para lo personal, y una zona húmeda en la que se encuentran el laboratorio, las piscinas de reproductores, los tanques de cultivo o el depósito de acumulación de agua. Fuera, también cuenta con piscina de fitoplancton junto con el semillero y el fitoplancton en bolsas.

La planta tiene como objeto la obtención de semilla de ostra rizada, almeja babosa y almeja japonesa y cuenta con una capacidad de unos 25 millones de semillas. El proceso de producción abarca desde la puesta de sus reproductores, en su fase larvaria y posterior semilla, hasta alcanzar la talla mínima de un milímetro, con la que saldrá para las plantas de cultivo hasta que alcancen la denominada “talla de supervivencia”, que se considera suficiente para ser sembrada en los parques para su engorde hasta alcanzar la talla comercial. Se estima que la producción conjunta de las tres especies alcance los 15 millones de unidades.