- El furtivismo en Galicia representa una amenaza persistente para los recursos marinos, con aproximadamente 1.700 infractores sustrayendo anualmente unos 660.000 kilos de marisco de forma ilegal.
El furtivismo en el marisqueo representa un desafío persistente en Galicia, donde se estima que alrededor de 1.700 infractores sustraen anualmente unos 660.000 kilos de marisco de forma ilegal. Entre los productos más codiciados por estos ilegales se encuentran las almejas, centollas, erizos y percebes, cuyo botín destaca en las estadísticas de esta actividad ilícita. Alarmantemente, algunos de estos furtivos son reincidentes que operan de manera profesional, aprovechando la vulnerabilidad de los recursos marinos.
A pesar de una disminución significativa en el número de infractores desde 2014, cuando se registró un pico con 1.305 individuos detectados, el problema persiste con unos 710 sorprendidos en 2018. Es preocupante señalar que aunque el número total de furtivos ha disminuido, los reincidentes han aumentado en profesionalismo y sofisticación en sus operaciones ilícitas. Este fenómeno plantea desafíos adicionales para las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y proteger los recursos marinos.
Existen dos categorías distintas de reincidentes en el marisqueo ilegal. Por un lado, están aquellos que han convertido el furtivismo en su principal fuente de ingresos y estilo de vida. Estos individuos suelen declararse insolventes y carecer de ingresos legítimos para evitar las multas y sanciones asociadas con sus actividades delictivas. Ante esta situación, se propone la implementación de medidas coercitivas más severas para disuadir a estos infractores profesionales y poner fin a sus prácticas destructivas.
Por otro lado, existen reincidentes que se encuentran en situación de desempleo o marginación social. Para este grupo, simplemente imponer sanciones coercitivas puede resultar contraproducente, ya que no aborda las causas subyacentes que los llevan al furtivismo. Por lo tanto, los expertos abogan por enfoques más comprensivos que aborden los problemas sociales subyacentes y ayuden a estas personas a romper los ciclos de comportamiento delictivo.
En conclusión, el furtivismo en el marisqueo representa una amenaza para la sostenibilidad de los recursos marinos en Galicia. Para abordar este problema de manera efectiva, es necesario implementar medidas que disuadan a los infractores y al mismo tiempo aborden las causas subyacentes que impulsan estas actividades ilícitas. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo se podrá proteger adecuadamente el precioso ecosistema marino de la región.