- Galicia, comprometida con la defensa de su sector pesquero, lidera la protección de la soberanía alimentaria mediante una gestión sostenible y competitiva de los recursos marinos.
La defensa del sector pesquero gallego se ha consolidado como un elemento clave para garantizar la soberanía alimentaria, una prioridad que Galicia aborda de la mano de sus propias empresas y comunidades costeras. En la reciente clausura del Programa de Desarrollo Directivo para Empresas Alimentarias, organizado por el Clúster Alimentario de Galicia (Clusaga), el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, puso en valor el peso económico y social de la pesca en la región y subrayó que asegurar su sostenibilidad es esencial para proteger el futuro de la actividad y la autonomía alimentaria de la comunidad gallega.
Para Villares, Galicia afronta un desafío estratégico: equilibrar las capacidades de captura con los recursos disponibles, garantizando así un modelo que conserve el mar y que, a su vez, respalde el bienestar de las familias y trabajadores que dependen de esta actividad. Esto significa actuar en dos frentes. En el ámbito local, mediante el fortalecimiento de las competencias y la modernización del sector, en la que entidades como Clusaga y la Universidad Intercontinental de la Empresa juegan un papel clave. Y, en el plano europeo, promoviendo que la Comisión Europea desarrolle condiciones normativas que apoyen un modelo pesquero que sea sostenible ambiental y socialmente, pero también competitivo a nivel económico.
La economía gallega depende en gran medida de la pesca. Con una contribución del 4,8% al Producto Interior Bruto (PIB) de la región y del 5,5% al Valor Agregado Bruto (VAB), el sector pesquero aporta una riqueza que multiplica el promedio nacional y europeo. Este peso económico se traduce en 40.000 empleos directos, posicionando a Galicia como el líder en el sector pesquero en Europa. En el ámbito de las exportaciones, ocupa el cuarto lugar entre los sectores productivos de Galicia, siendo un motor económico vital para la costa gallega y una garantía de ingresos y desarrollo local.
La Xunta, en colaboración con entidades como Clusaga y otros actores clave, busca no solo mantener esta relevancia, sino también adaptarse a los desafíos globales. Clusaga, que agrupa a 150 socios entre empresas, centros de investigación y organizaciones del sector alimentario, opera como una plataforma de formación e innovación, fortaleciendo a la industria en un momento en que la sostenibilidad y la eficiencia son más necesarias que nunca. Desde su fundación en 2010, el Clúster Alimentario de Galicia se ha enfocado en potenciar la competitividad de sus asociados, promoviendo soluciones prácticas para hacer frente a los retos que plantea el mercado global, donde la pesca se enfrenta a presiones económicas, ambientales y de regulación cada vez más complejas.
El sector pesquero gallego no es solo una fuente de ingresos, sino un símbolo de la identidad y la tradición de la región. Defender su futuro es también proteger la cultura costera de Galicia y asegurar que las futuras generaciones puedan seguir viviendo del mar. Este esfuerzo conjunto entre el gobierno, las empresas y la comunidad pesquera refleja el compromiso de Galicia con un modelo de desarrollo que armonice la explotación de los recursos naturales con su conservación. La soberanía alimentaria, en este contexto, no se limita a garantizar el abastecimiento de productos del mar, sino que se extiende a la preservación de los ecosistemas y a la estabilidad económica de las zonas pesqueras.
La visión que promueve Galicia para su pesca apuesta por un equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad, y proyecta a la región como un referente en el manejo responsable de los recursos marinos en Europa. Al fin y al cabo, defender la pesca en Galicia es defender no solo una actividad económica, sino una forma de vida que lleva siglos ligada al mar y que hoy se encuentra en el centro de un cambio de paradigma hacia una economía más justa y sostenible.