- Fuerte marejada en la pesca española: Atunlo se suma a la lista de empresas en crisis
La industria pesquera española se encuentra sumida en una grave crisis. Factores como las restricciones medioambientales impuestas por la Comisión Europea, el aumento de los costos operativos, la competencia desleal desde Asia, la disminución del consumo y la falta de relevo generacional están llevando al sector a una situación crítica. “Es un sector herido y su viabilidad está en juego”, afirma Javier Garat, secretario general de la patronal Cepesca.
La declaración de concurso de acreedores por parte de Atunlo (Atunes y Lomos), una empresa que facturó más de 220 millones de euros en 2022, es solo el último episodio de una serie de problemas financieros que afectan a grandes compañías del sector. Actemsa, también especializada en atún y con una facturación de 175 millones, y Fandicosta, distribuidora de mariscos, entraron en preconcurso a finales del año pasado y están luchando por su supervivencia. En el caso de Fandicosta, la empresa Wofco ha alcanzado un principio de acuerdo con la banca para intentar su rescate.
La Tormenta Perfecta
La tormenta económica que afecta al sector no muestra signos de amainar. Pescanova, otro histórico del mercado, cerró el año pasado con pérdidas de 73 millones de euros. Tras recurrir a un crédito de Abanca para solventar problemas de liquidez, vio frustrada su venta al gigante canadiense Cooke. Por otro lado, Iberconsa fue rescatada por el fondo Platinum, mientras que la catalana Frime logró un acuerdo con la banca acreedora para refinanciar su deuda, asegurando 62 millones en líneas de circulante y 13 millones en crédito a largo plazo.
El Llamado a la Acción
Ante esta situación, Cepesca ha solicitado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que otorgue ayudas excepcionales este año, considerando el aumento de los costos de explotación y la inestabilidad del mercado. Según datos de la organización, la flota europea se ha reducido significativamente: de 86.818 buques en 2013 a 74.551 en 2021, una disminución de 12.262 unidades.
Garat enfatiza que “los pescadores tienen más miedo a las tormentas administrativas que a las del mar”, y su objetivo es que en las próximas elecciones europeas se tenga en cuenta la pesca y que el próximo comisario europeo se desvincule de medioambiente.
Situación en las Costas Gallegas
La situación en las costas gallegas refleja el panorama nacional, con varias empresas enfrentando serias dificultades. El incremento de los costos de producción y las restricciones medioambientales han golpeado fuertemente a la industria local. Además, la competencia desleal desde Asia ha afectado particularmente a las empresas gallegas, que luchan por mantener su cuota de mercado. La caída del consumo y la falta de relevo generacional son problemas adicionales que agravan la crisis en la región.
La necesidad de un plan de rescate y apoyo del gobierno se hace cada vez más evidente para garantizar la viabilidad del sector pesquero gallego y evitar un mayor colapso. La industria pesquera es un pilar fundamental de la economía local y su sostenibilidad es crucial para la comunidad.
En resumen, la situación del sector pesquero en España es alarmante, con varias empresas enfrentando serios problemas financieros y la necesidad urgente de medidas de apoyo por parte del gobierno. La industria necesita adaptarse y encontrar soluciones para superar esta tormenta perfecta y asegurar su futuro.