- Las Cofradías de Pescadores piden un protocolo para el vaciado del embalse Barrié de la Maza, buscando proteger el marisqueo en la ría de Muros y Noia.
La llegada del otoño trae consigo las lluvias y, para los mariscadores de la ría de Muros y Noia, una preocupación recurrente: el impacto del vaciado del embalse Barrié de la Maza en sus bancos marisqueros. Tras una difícil campaña marcada por las intensas precipitaciones del otoño de 2023, el sector teme que la nueva temporada de lluvias vuelva a afectar negativamente a su principal fuente de sustento.
El embalse Barrié de la Maza, situado a pocos kilómetros de la desembocadura del río Tambre, tiene un rol crucial en el equilibrio hídrico de la región. Sin embargo, la apertura de sus compuertas durante episodios de fuertes lluvias genera un aumento abrupto del caudal del río, con un impacto significativo en los bancos marisqueros de la ría. Este aumento repentino de agua dulce y la fuerza de las corrientes que se generan pueden dañar gravemente las poblaciones de marisco, afectando no solo a los mariscadores locales, sino también a las depuradoras y conserveras que dependen de estos recursos.
La Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de A Coruña ha expresado su profunda indignación ante lo que consideran una falta de sensibilidad por parte de los responsables del embalse y de las autoridades competentes. Según la Federación, llevan años reclamando un protocolo que regule el vaciado del embalse, solicitando que las aperturas de las compuertas se realicen preferentemente durante la marea alta, para minimizar el impacto negativo sobre los bancos marisqueros.
“Entendemos la necesidad de vaciar el embalse para garantizar la seguridad de las personas, pero con las tecnologías actuales es posible prever las lluvias y planificar el vaciado de manera que se minimicen los daños al ecosistema marisquero”, explican desde la Federación. Para los mariscadores de la ría de Muros y Noia, estas aperturas no planificadas están convirtiendo lo que antaño eran recursos sostenibles en paisajes desoladores tras cada temporal.
La Federación subraya que este no es un problema nuevo. Mariscadores veteranos, como el representante de la Federación, recuerdan cómo en décadas pasadas, a pesar de las intensas lluvias, los bancos marisqueros mantenían su salud y productividad. Hoy, en cambio, el vaciado del embalse parece dejar tras de sí un daño difícil de recuperar, lo que pone en peligro la sostenibilidad del principal banco marisquero de Galicia.
Ante esta situación, la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de A Coruña hace un llamado a la empresa gestora del embalse, Augas de Galicia, y a las consellerías responsables para que atiendan las demandas del sector marisquero. Solicitan un protocolo consensuado que permita gestionar el vaciado del embalse de forma que se protejan los intereses y el modo de vida de los mariscadores, buscando siempre realizar estas operaciones en momentos de marea alta, cuando el impacto sobre los bancos marisqueros es menor.
El sector marisquero de la ría de Muros y Noia no solo es una pieza clave en la economía local, sino que también representa una tradición cultural que ha pasado de generación en generación. Para los mariscadores, proteger este modo de vida es fundamental, y creen firmemente que una gestión más cuidadosa del embalse Barrié de la Maza es esencial para garantizar su supervivencia a largo plazo.