Bruselas decidió las cuotas pesqueras y Galicia alza la voz

  • El futuro del sector pesquero gallego se jugó en Bruselas, donde las decisiones tomadas sobre cuotas generaron tensiones y una defensa activa del equilibrio entre sostenibilidad y economía.

La defensa gallega se inició en Bruselas

El conselleiro del Mar, Alfonso Villares, viajó a Bruselas para participar en el Consejo de Agricultura y Pesca de la Unión Europea. En juego estaban los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y las cuotas para 2025 en aguas comunitarias. Para Galicia, principal región pesquera de Europa, este evento era crucial: los recortes propuestos por la Comisión Europea suponían una disminución del 28% en la captura de merluza del Gran Sol, con un impacto económico estimado de 74 millones de euros.

Villares llevó consigo un mensaje claro: las decisiones de Bruselas deben alinearse con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TXUE), que exige equilibrar los factores medioambientales, sociales y económicos en la gestión pesquera. Además de participar en las reuniones oficiales, el conselleiro sostuvo encuentros con representantes comunitarios y del sector para defender los intereses de la flota gallega.

Negociaciones con resultados desiguales

El nuevo comisario de Pesca, Costas Kadis, presidió las conversaciones en las que se abordaron propuestas clave. Aunque hubo avances en cuestiones puntuales, como la separación de los stocks de anchoa en la zona 9A y mejoras para el jurel del Cantábrico, las medidas generales dejaron un sabor amargo. Las restricciones adicionales a especies como el ollomol, el jurel y la cigala incrementan la presión sobre la flota gallega, mientras que los recortes en la merluza del Atlántico Norte amenazan con un impacto directo en la competitividad y la economía regional.

Villares carga contra el Gobierno central

Tras conocerse los resultados de las negociaciones, Villares fue contundente en su valoración. Acusó al Gobierno central de no haber defendido adecuadamente los intereses de la pesca gallega en Bruselas. Según el conselleiro, el Ejecutivo se limitó a aceptar una propuesta «envenenada», heredada del anterior comisario, sin presentar argumentos sólidos para corregir las desigualdades en el reparto de cuotas.

“El Gobierno central no hizo su trabajo ni negoció correctamente. Se congratulan de un acuerdo que no tiene en cuenta las características socioeconómicas de cada región, como exige la sentencia del TXUE”, afirmó Villares.

El impacto de estas decisiones es especialmente grave en la merluza del Gran Sol, con un recorte que podría suponer una pérdida económica de 54 millones de euros para Galicia. Además, el conselleiro advirtió de los efectos negativos que los recortes tendrán en el ollomol y otras especies, cuyos impactos reales se harán evidentes a medida que se apliquen las restricciones.

Galicia, en lucha por un reparto justo

En medio de este panorama, Galicia insiste en que la sostenibilidad ambiental no puede ser la única prioridad en la gestión pesquera. «Es necesario un enfoque equilibrado que garantice la viabilidad del sector y la supervivencia de las familias que dependen del mar», subrayó Villares.

La flota gallega, que representa el 5% del PIB regional y sustenta más de 50.000 empleos, no está dispuesta a resignarse. Mientras Bruselas define las reglas del juego, la comunidad gallega sigue trabajando para que su voz sea escuchada en todos los foros europeos.

Una batalla que continúa

El desenlace de estas negociaciones marca solo un capítulo en la lucha por los derechos pesqueros de Galicia. El Gobierno autonómico, en colaboración con el sector, ha prometido seguir defendiendo un reparto más justo que contemple tanto la sostenibilidad de los recursos como la justicia social y económica.

El debate sobre las cuotas no es solo una cuestión técnica: es una disputa por la supervivencia de comunidades enteras que dependen del mar. Galicia, con su historia y determinación, lidera esta batalla en el escenario europeo.