- Galicia invierte más de 700.000 euros anuales en un servicio clave para la recuperación y comercialización de moluscos extraídos de zonas clasificadas como Clase C.
Cada año, miles de kilos de moluscos bivalvos encuentran una segunda oportunidad en las bateas gallegas antes de llegar al mercado. Gracias a la inversión del Gobierno autonómico, este sistema permite la reinstalación y depuración de especies como la almeja japonesa, la babosa, la fina, el berberecho y la ostra plana, beneficiando a numerosas cofradías de la comunidad.
El conselleiro del Mar, Alfonso Villares, destacó recientemente en una visita a las bateas de la ría de Ferrol la importancia de este servicio, que en 2024 permitió recuperar 26.170 kilos de marisco procedente de zonas de producción declaradas Clase C. Desde su implantación en 2012, el programa ha facilitado la comercialización de cerca de 700 toneladas de bivalvos, asegurando su calidad y seguridad para el consumo.
Un proceso controlado al milímetro
La empresa pública Seaga es la encargada de llevar a cabo todo el proceso: desde la recogida y transporte del marisco hasta su reinstalación en bateas específicas. Durante este periodo, los lotes son sometidos a un exhaustivo control y vigilancia para garantizar su correcta evolución.

El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) juega un papel fundamental en este sistema, realizando los análisis que certifican la calidad de los moluscos antes de autorizar su comercialización. Solo una vez que el organismo verifica que los bivalvos cumplen con los requisitos sanitarios, estos pueden ser devueltos a su punto de origen para su venta en los mercados.
Además, el programa contempla un sistema de indemnización para los productores en caso de que la mortalidad de los moluscos supere el 10% durante el proceso de reinstalación, proporcionando así una mayor seguridad económica al sector.
Cogobernanza y diálogo con el sector
Durante su visita a la Cofradía de Ferrol, Villares subrayó el compromiso del Ejecutivo gallego con el sector marisquero, asegurando que la cogobernanza es la clave para una gestión pesquera eficaz. En este sentido, se han establecido reuniones periódicas con representantes del sector para evaluar el estado de los bancos marisqueros y diseñar medidas ajustadas a las necesidades de cada área, siempre basadas en criterios técnicos y científicos.
El modelo gallego de reinstalación en bateas se consolida así como un ejemplo de sostenibilidad y eficiencia, asegurando no solo la viabilidad económica de la actividad marisquera, sino también la preservación del ecosistema marino y la seguridad alimentaria de los consumidores.