Alarma en la costa gallega: un petrolero con 150.000 toneladas de crudo queda varado a 50 kilómetros tras avería

  • La Xunta exige transparencia a Marina Mercante sobre el petrolero Nissos Rhenia, cuyo fallo mecánico y carga masiva de crudo generan inquietud en la costa gallega.

La costa gallega sigue en estado de alerta ante la situación del petrolero Nissos Rhenia, que transporta una colosal carga de crudo de al menos 150.000 toneladas. El buque, con bandera de las Islas Marshall y 330 metros de eslora, sufrió una avería en su motor que lo dejó sin propulsión el pasado 29 de octubre, a solo 50 kilómetros de la costa. La embarcación permanece fondeada frente a Viana do Castelo, en Portugal, donde las autoridades marítimas lusas gestionan las labores de reparación y remolque en coordinación con el armador y el agente de la nave.

La Xunta de Galicia, alarmada por la posible amenaza medioambiental, ha solicitado de manera formal y urgente información a la Dirección General de Marina Mercante y al Centro de Salvamento Marítimo de Fisterra. Sin embargo, la administración gallega no ha recibido respuestas concretas y ha sido derivada a Madrid para obtener detalles sobre la situación y el plazo previsto para que el buque pueda reactivar su marcha hacia su destino final en el puerto francés de Le Havre, en Normandía.

En un primer comunicado, la Autoridad Marítima Nacional de Portugal había informado erróneamente que el Nissos Rhenia transportaba 150.000 litros de gasóleo. La cifra fue cuestionada por expertos consultados por medios locales, quienes subrayaron que, dada la envergadura del petrolero, la carga debía ser significativamente mayor. A raíz de estas consultas, la autoridad marítima portuguesa corrigió la cifra en su página web, reconociendo que el buque lleva 150.000 toneladas de crudo, un volumen que de haberse filtrado podría causar un desastre ambiental en las aguas de la región.

El alcalde de Viana do Castelo, Luis Nobre, ha expresado confianza en las autoridades marítimas portuguesas, que tienen competencia sobre el incidente. Nobre declaró que las operaciones de remolque del Nissos Rhenia, realizadas el 30 de octubre, se han desarrollado “con total control” y que las medidas de vigilancia y prevención continúan activas para proteger la seguridad en el área. El petrolero permanece a unas 24 millas náuticas de la costa, mientras técnicos especializados trabajan en su reparación. La Autoridad Marítima Nacional de Portugal ha subrayado que la situación es estable y que no existen indicios de fuga de crudo en estos momentos.

No obstante, la situación del Nissos Rhenia ha reavivado las preocupaciones sobre el tránsito de grandes petroleros en la costa atlántica de la península ibérica, una zona rica en biodiversidad marina y esencial para la pesca local. Este caso ha puesto de manifiesto las dificultades para gestionar de manera ágil y transparente los incidentes en alta mar, especialmente cuando las embarcaciones navegan bajo banderas de conveniencia, como la de las Islas Marshall, lo que añade complejidad en términos de jurisdicción y control.

La Xunta ha expresado su descontento ante la falta de comunicación directa sobre el incidente y exige que la Dirección General de Marina Mercante proporcione toda la información técnica sobre el estado de la embarcación y los riesgos potenciales para la costa gallega. La administración gallega ha señalado que la situación de espera en la que se encuentran les impide realizar una evaluación de riesgos adecuada y desarrollar protocolos de contingencia para proteger sus aguas, mientras observa con preocupación la proximidad de un petrolero que podría representar una amenaza considerable en caso de cualquier fallo en los procedimientos.

Las autoridades marítimas lusas, por su parte, insisten en que los operativos de seguridad y vigilancia están funcionando adecuadamente y que el equipo de técnicos que se encuentra a bordo trabaja para finalizar la reparación en las próximas horas. Según indicaron, una vez se completen las pruebas pertinentes, el petrolero debería estar en condiciones de retomar su viaje, previsiblemente mañana, aunque dependerá del éxito de las evaluaciones finales de seguridad.

Este incidente, que se ha difundido rápidamente en los medios de ambos países, refleja la necesidad de mayor cooperación internacional y protocolos claros en situaciones de emergencia marítima. La magnitud del cargamento y la cercanía de la costa gallega han generado una presión adicional sobre las autoridades lusas, quienes siguen comprometidas en resolver la situación con la mayor celeridad posible para minimizar cualquier riesgo. Sin embargo, los expertos continúan alertando sobre los peligros inherentes al transporte de hidrocarburos en grandes cantidades cerca de zonas costeras, especialmente en contextos de dificultad de comunicación y coordinación entre países vecinos.