- La drástica reducción de capturas de pulpo en Bueu preocupa al sector, que pide medidas urgentes como la ampliación de vedas y la protección de hembras ovadas.
El descenso de las capturas de pulpo en el puerto de Bueu, un referente para esta pesquería en Galicia, ha generado gran inquietud entre los marineros y las cofradías locales. Según los datos aportados por el patrón mayor de la cofradía de Bueu, Xosé Manuel Rosas, este año las capturas han disminuido en un 50%, lo que supone una seria amenaza para un recurso vital tanto económica como culturalmente.
La preocupación del sector es evidente, y las demandas de medidas para mitigar esta crisis son cada vez más fuertes. Rosas ha señalado que el problema principal radica en que, al finalizar la veda y retomar la actividad en julio, la totalidad de las hembras capturadas estaban ovadas, lo que compromete la regeneración de la población de pulpo. Ante esta situación, el sector reclama una extensión de las vedas y la prohibición explícita de capturar hembras ovadas y ejemplares juveniles.
Con la vista puesta en la sostenibilidad a largo plazo, para el próximo año se implementará un plan de recuperación que incluirá medidas más restrictivas. Estas se suman a la actual normativa que prohíbe la captura de pulpos de menos de un kilo, una regla que, según Rosas, no siempre se respeta como debería.
Para el patrón mayor de la cofradía de Bueu, la pesca del pulpo no es solo un medio de vida, sino un elemento esencial del patrimonio cultural de las comunidades costeras gallegas. Por esta razón, insiste en que es fundamental tomar todas las medidas necesarias para asegurar que el pulpo continúe habitando las aguas gallegas, preservando así tanto el ecosistema como la identidad de estas localidades.
El sector pesquero en Galicia se enfrenta a un desafío urgente que requiere una respuesta coordinada y eficaz. Las cofradías abogan por una mayor regulación y vigilancia para garantizar que se cumplan las normas y que el esfuerzo pesquero se mantenga en niveles sostenibles. Solo con una gestión responsable se podrá garantizar la supervivencia del pulpo, un símbolo de la gastronomía y la economía local.